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La Justicia le dictó la prisión preventiva a un hombre por “abuso sexual con acceso carnal”, tras ser acusado de someter a un menor de 13 años que vendía comida en su barrio. El caso y tal como publicó este Diario, tuvo como característica que la víctima identificó a través de la ventana de una comisaría al imputado.
El adolescente, quien se presentó en esa ocasión junto a su madre a radicar la denuncia por el hecho, en determinado momento dijo “ese hombre es quien me abusó”, señalando una obra en construcción ubicada frente a la dependencia policial, en zona urbana de Puerto Rico.
En forma inmediata el oficial de guardia que estaba en el lugar procedió a cruzar la calle y detener al sospechoso, quien estaba realizando labores de albañilería. Este inusual episodio se registró el pasado jueves 25 de febrero a la tarde, en la Comisaría de la Mujer de la citada localidad.
De acuerdo a la denuncia, el menor fue atacado sexualmente 20 días antes, pero recién se animó a romper el silencio aquel día, cuando sus familiares se alarmaron porque sufrió una hemorragia y lo interrogaron para saber que le había sucedido. Recién allí el chico pudo contar el calvario que padeció a manos del ahora detenido.
En ese momento también mencionó a otro hombre que actuó de presunto cómplice y también lo sometió sexualmente. Ese individuo ya fue identificado por los investigadores policiales y ahora es intensamente buscado.
Creen que fue reiterado
De acuerdo a la denuncia, el menor realizaba delivery de comidas en un local del barrio. En una ocasión el acusado le solicitó una de las tantas propuestas que ofrecía el menú del lugar. Al llegar con el pedido, el individuo le hizo pasar a su vivienda, donde lo sometió sexualmente.
Ahora y tras una ampliación de declaración con el sistema de Cámara Gesell surgió que en ese ataque el presunto abusador no estaba solo, ya que la víctima mencionó a otro hombre.
El adolescente no dijo nada de lo sucedido a sus familiares, sin embargo comenzó a enfermar, más precisamente a sufrir hemorragias. Al principio, al ser interrogado por sus familiares habría brindado una versión falsa de lo ocurrido, se presume que tal vez por temor a represalias por parte del abusador. Lo cierto es que pasaron los días y finalmente un familiar de confianza pudo dialogar y hacer que el menor se animara a relatar lo que realmente sucedió.
Fue allí que decidieron acudir a las autoridades policiales. Lo que quizás nadie hubiera imaginado es que el menor, mientras radicaba la denuncia junto a su progenitora, reconoció e identificó al agresor sexual por la ventana de la dependencia policial.
Tras señalar a uno de los albañiles que trabajaba en la obra en construcción situada frente a la seccional, como el autor del hecho, los uniformados arrestaron al sospechoso. Por orden del juez de Instrucción 1 de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, quien lleva la investigación del caso, se allanó el domicilio del presunto abusador, donde se incautaron prendas de vestir y otros elementos de interés para la causa. Se cree que los ataques sexuales fueron en forma reiterada.