Aquí te dejo algunos consejitos para arrancar con el pie derecho:
No pierdas nunca el norte: Ponete metas que te ayuden a crecer a tu ritmo. Sin prisa, pero sin pausa. Deberás tener en claro cuál es el público que consumirá tu producto o servicio.
Aquí además de pensar en lo que vos querés es fundamental que pienses en lo que quiere la gente a quien estás apuntando que -en definitiva-, son las personas que comprarán tu producto y serán a quienes tenés que atender como clientes VIP, personas muy importantes.
Diseña un negocio que sea posible escalar: Este paso que estás dando tiene que ser el primero de muchos para poder construir tu propio imperio. Las grandes ideas mueven montañas.
Aprende a delegar: Enfócate en lo que te gusta hacer y lo que puedas, así cuando llegue el momento no dudes en delegar tareas a quienes puedan sumarle valor a tu emprendimiento.
Crea un producto o servicio diferente: Además de hacer lo que ya funciona, mirá qué es lo que tus consumidores necesitan y nadie más lo está haciendo para destacarte.
Cree en vos, en tu idea, tu negocio y tu sueño porque vas a conseguirlo. Como decía Gustavo Cerati: “Tarda en llegar y al final hay recompensa”, y a esa frase yo le pongo ¡la firma! Nada se construye sin Amor y sin Paciencia. Excelente Domingo para Todos.