A raíz del escándalo desatado el miércoles en la Municipalidad de Santa Ana, el intendente Pablo Castro emitió este jueves un comunicado en el que “repudia y rechaza” los “actos de atropello y violencia institucional, ejercida por dirigentes políticos y diputados del Frente Juntos por el Cambio”.
Según el jefe comunal, los opositores “bajo falsas argumentaciones de falta de claridad en las cuentas públicas del Municipio, han procedido a desconocer los mecanismos y procedimientos institucionales, no solo para el tratamiento de la cuestión planteada, sino además para canalizar cualquier planteo de disconformidad”.
“El atropello institucional, oculto bajo el falso manto de honestidad y transparencia, ha tenido un claro objetivo electoralista con miras a las próximas elecciones nacionales, buscando desestabilizar el correcto funcionamiento del municipio, mediante agresiones físicas y verbales, para luego colocarse en postura de víctimas, tratando de visibilizarse por estos medios arteros, lo que no han podido generar en gestión de gobierno”, argumenta el intendente.
Cabe recordar que todo comenzó cuando el edil local opositor Luis Enrique Silva hizo un pedido para acceder a información relacionada al Balance Municipal 2020, solicitud que, según denunció, fue rechazado por sus pares oficialistas y el intendente Pablo Rosalino Castro. La situación se tornó tan tensa que concejales y diputados opositores fueron expulsados a empujones del edificio municipal