De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la Canasta Básica Total (CBT), que incluye otros bienes y servicios además de alimentos, creció en junio 3,2%, por encima incluso del índice de precios al consumir, que registró un avance del 3,1% el mes pasado.
En cifras totales son 66.488 pesos, casi dos y medio salarios mínimos, vitales y móviles.
Sin embargo, la diferencia más severa se produjo con la canasta alimentaria que subió el mes pasado más que la inflación y acumula más de 57% de aumento en doce meses (en cifras totales 28.414 pesos), complicando las posibilidades de los sectores más sensibles del país.
La CBT, que además de alimentos incluye algunos servicios como transporte, educación, salud o comunicaciones se encareció 51,8% en el último año mientras que se observa una mayor aceleración de los precios de los alimentos y bebidas que en el resto de bienes y servicios dado que la Canasta Básica Alimentaria subió 57,6% en el mismo período.
La distinción no es menor ni antojadiza: la primera mide el umbral de la pobreza; la segunda establece el límite para aquellos que ni siquiera alcanzan a completar esa canasta de bienes y servicios y directamente se encuentran viviendo en la indigencia.