Pero, como país con todas las condiciones, esta situación no nos favorece absolutamente y, sin querer inmiscuirme en la tarea gubernativa, porque amo a mi Argentina, es que quiero colaborar inicialmente con un primer proyecto.
He visto a muchas personas antes con una manta en la vereda, vendiendo su mercadería; ahora ya no están más y veo que algunos con una mochila recorren las calles ofreciendo lo que antes vendían.
Esta gente quiere trabajar y no tiene dónde almacenar sus cosas vendibles y está trabajando y teniendo los efectos positivos de su quehacer.
Tengo entendido que en algún momento esta gran cantidad de personas tendrá que tener apoyo para volver cómodamente al circuito laboral.
Primer paso y aspecto: en los municipios que pudieran necesitar, con fondos del Estado, habría que construir en un lugar adecuado los locales para actividad comercial de nuestros vendedores ambulantes. Con lo ganado seguro que llevan alimentos a su familia.
Por ello, sugiero para comenzar, llegar a construir 20 locales en planta baja y otros 20 en un primer piso para facilitarles sin cobro de alquiler durante el primer año de uso.
Dispongo la idea de colaborar para lograr a que nuestra Argentina marche con su gran motor detenido.
Alfredo E. Halberstadt San Vicente (Misiones)