
Los fondos para comedores escolares están muy retrasados este año pese a que algunas escuelas, especialmente las rurales, ya regresaron al 100% de clases presenciales. Los chicos volvieron, pero el dinero para hacer frente al refuerzo alimentario se está haciendo esperar.
En lo que va del año, las escuelas sólo cobraron el aporte para comedores correspondiente a marzo y abril (algunas sólo marzo) por lo que algunas instituciones educativas -como la Escuela 411- se vieron obligadas a suspender el servicio después del regreso de las vacaciones de invierno.
Otras aún tienen crédito con sus proveedores y siguen ofreciendo este servicio a sus alumnos “a cuenta” de los futuros pagos que realice el Ministerio de Educación de la Provincia, a través de la Dirección de Nutrición Escolar; y unas pocas escuelas que siguen recibiendo el aporte por parte de la Nación.
Otras escuelas, como la 954 de Puerto Iguazú, cuenta con el apoyo diario de la empresa Río Uruguay que le ayuda con leche, pan y dulce de membrillo para poder servir todos los días a los alumnos la copa de leche reforzada.
Apoyo empresario

Según confió la directora de la Escuela 954, Patricia Moreno, el apoyo de la empresa Río Uruguay les permite seguir sirviendo la copa de leche con chocolate o mate cocido, pan y dulce de membrillo todos los días, por la mañana y la tarde, a sus 365 alumnos. “Los chicos esperan la copa de leche, algunos vienen sin desayunar, realmente este es un refuerzo alimentario muy necesario que damos en las escuelas”.
La docente precisó que el primer envío de fondos de este año por parte de la Provincia lo recibieron en julio y correspondía al pago de marzo.
“Desde entonces no recibimos más, así que nos estamos manejando con eso y la gran ayuda de la empresa, pero no sé cómo hacen las otras escuelas. A veces, si uno habla bien con los proveedores te siguen dando los insumos pero supongo que hasta un cierto margen también, porque nunca se sabe cuándo se depositará el dinero a las escuelas”, indicó.
La docente contó además que están trabajando con burbujas en los grados con más alumnos, que son los más altos, pero los grados del primer ciclo retomaron el 100% de presencialidad porque “se dan las condiciones, contamos con salones amplios, cantidad suficiente de mesas y sillas, suficientes barbijos y alcohol en gel. Además, los más chicos son a los que más les cuesta“.
“El año pasado fue muy difícil, si bien entregamos el cuadernillo que vino de la Nación no es lo mismo trabajar de manera virtual que presencial. Por eso, este primer cuatrimestre retomamos los contenidos que quedaron pendientes del año pasado y ahora empezamos con los de este año”, continuó.
Sin servicio
Los 210 alumnos de la Escuela 411 de San Vicente, en cambio, ya no cuentan con la copa de leche desde el regreso a clases tras las vacaciones.
Según confió su directora, Ingrid Henning “la última y única vez que recibimos fondos para la copa de leche este año fue en mayo, correspondiente a marzo. Nos mandaron 67.000 pesos y con eso logramos servir el desayuno y merienda hasta el 12 de julio pero ya no pudimos seguir porque nos quedamos sin fondos”.
Los 210 alumnos del nivel primario y secundario tienen clases presenciales y virtuales, “ las clases presenciales son con burbujas, una semana viene un grupo y la otra semana el siguiente. También tenemos chicos con patologías que sólo hacen virtual”.
“Nos estamos arreglando”
Pese al retraso en el envío de los fondos, algunos directores aseguran que todavía no tienen inconvenientes en seguir prestando el servicio. En este grupo está la Escuela 541 del barrio A3-2 de Posadas cuya directora, Mirian Duarte, confirmó que el último depósito que recibió fue el de abril pero aseveró que “por ahora nos estamos arreglando muy bien para seguir ofreciendo desayuno y merienda a los 400 alumnos del nivel primario”.
En tanto, la directora de la Escuela 821 del barrio Yohasá de esta ciudad, Elsa Charzuk, indicó que ese establecimiento recibe los fondos de la Nación y recibieron las partidas correspondientes a marzo y abril, “pero nos estamos arreglando porque los chicos vienen en burbuja, es decir la mitad, y porque en marzo recibimos la partida de octubre, noviembre y diciembre del año pasado que estaban pendientes”.
La docente estimó que tiene fondos para garantizar el servicio hasta fines de agosto, “servimos desayuno y merienda, además del mate cocido o chocolatada con pan, una vez a la semana les damos un sándwich de jamón y queso y una fruta. La Escuela 821 tiene 215 alumnos y sólo dos no asisten en forma presencial porque son del grupo de riesgo“.