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Durante poco más de seis horas (desde las 10 hasta las 16.30) peritos especializados de Gendarmería Nacional junto a Gerardo Casco, juez de Instrucción de San Vicente, querellantes y defensores de los dos suboficiales de la Policía de Misiones involucrados en el ataque a balazos que le costó la vida Reinaldo Andrade (37) en noviembre de 2019, realizaron la reconstrucción del homicidio ayer a menos de mil metros de la ruta costera 2, a la altura del paraje San Ignacio, en El Soberbio.
El procedimiento no sólo se destacó por la duración, también se puntualizó el cumplimiento de la orden para que ninguna persona no autorizada ingresara a la picada donde se registró la persecución vial y muerte de Andrade.
No se permitió tomar registros a medios de comunicación, como tampoco se permitió que los abogados de las partes, querella y defensa, pudieran participar en las acciones periciales si no entregaban previamente sus celulares a los efectivos de la fuerza federal. Gendarmes que además de las pericias forenses, montaron un cerrojo perimetral llamativo en la zona.
Tal como lo adelantó ayer PRIMERA EDICIÓN, la reconstrucción apuntó a detallar la secuencia en tiempo, modo y espacio en que Reinaldo Andrade perdió la vida el 13 de noviembre de 2019 por la tarde.
Según fuentes consultadas, no fueron más de 30 segundos los que se buscó reconstruir ayer de una presunta persecución vehicular donde se registraron disparos provenientes del arma reglamentaria de un policía, uno de los cuales perforó la cabeza de Andrade y lo mató en el instante. Las dudas en la investigación surgieron cuando se cotejaron las declaraciones de los imputados y de los testigos.
La medida fue ordenada por el juez Casco quien debe determinar lo sucedido y volcarlo al expediente para ser elevado a debate. Una de las dos versiones corresponde a los policías que afirman que la víctima y otros dos hombres a bordo de un Gol Trend embistieron presuntamente en forma intencional a un auto particular donde viajaban como efectivos de civil que investigaban movimientos de contrabandistas en la zona.
Sostienen que el vehículo donde circulaban un Ford Focus, que perseguía a su vez cigarrilleros que se movilizaban en un Volkswagen Voyage, vehículo que hasta hoy no fue ubicado, fueron chocados por el Gol que manejaba Andrade quien los apuntó con un arma y que por ello uno de los efectivos de la UR-VIII repelió a balazos. Andrade murió, en tanto que sus dos acompañantes sufrieron lesiones leves por la supuesta colisión.
La versión de la querella difiere y según el abogado de la familia Andrade, Daniel Braunstein, resalta que “los disparos fueron antes del impacto entre vehículos y fueron efectuados desde atrás del Gol y no cuando los rodados estaban de costado, como quieren decir los policías imputados. No dispararon cuando estaban ventanilla con ventanilla. Está probado que venían por detrás del Gol y desde allí tiraron porque los impactos, dos en total, quedaron marcados en la luneta trasera del auto donde viajaba Andrade, y porque el tiro que lo mató fue en la nuca, según la autopsia”.