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Cautela y reserva extrema para evitar la revictimización de dos niñas, es la premisa de peritos y secretarios judiciales alrededor de la instrucción del expediente por el que fueron detenidos el martes pasado un hombre de 39 años y su pareja de 38 involucrados en una acusación por “abuso sexual y corrupción de menores, agravado por el vínculo”.
Los sospechosos fueron indagados durante las últimas horas y se desligaron de la acusación pero también apuntaron que fueron acusados falsamente por un familiar.
El pariente al que señalaron sería el mismo que recurrió la Fiscalía de Instrucción 1 a realizar la presentación formal en que remarcó que fue la propia madre de las dos niñas de 10 y 7 años quien le reconoció que había “cometido incesto” con ellas y que también habría participado su concubino.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, decidió que continúen detenidos hasta que las menores puedan brindar su versión con la modalidad de entrevistas en Cámara Gesell, pericia especializada para estos casos con víctimas menores por delitos contra la integridad sexual. Las declaraciones se tomarían el próximo jueves 12 de agosto.
Tal como lo publicó en exclusiva este Diario, madre y padrastro no se resistieron al allanamiento de su casa en el barrio Yacyretá de esta capital y fueron demorados (luego imputados provisoriamente) por los delitos de “abuso agravado y corrupción de menores” (artículos 119 y 125 del Código Penal Argentino).
Las víctimas serían las mismas niñas que padecieron similares aberraciones por parte de su progenitor, quien hoy cumple condena por tales delitos.
El relato del supuesto padecimiento de las pequeñas llegó a la fiscal Amalia Spinnato un día antes, cuando una tía de las menores se presentó y denunció lo que escuchó de la progenitora de las niñas, quien le solicitó primero ayuda para cambiarse de culto evangélico porque el delito que habría cometido la “llevaría directo al infierno”, “no se lo perdonaría Dios”.
Las detenciones se tramitaron rápidamente ante el juez Cardozo y durante la tarde del martes efectivos de la Comisaría de la Mujer y de la comisaría Sexta (Unidad Regional I) concretaron los arrestos sin que se produzcan incidentes y las niñas fueron puestas a resguardo.
Según la presentación ante la Justicia, la madre de las niñas le solicitó a su familiar una reunión porque atravesaba un cuadro psicológico grave y necesitaba cambiar de iglesia por “temor a que no le perdonen”. Según la denunciante de 56 años, ella le relató que se reconocía como culpable de “incesto” y que las víctimas eran nada menos que sus hijas, las mismas menores que ya fueron abusadas por el padre, delitos por los cuales este hombre cumple condena por abuso sexual en una celda del Servicio Penitenciario Provincial.