Para que sus integrantes puedan acceder al entrenamiento, deben alquilar los espacios a otros clubes, por lo que el sueño de la “casa propia” es un anhelo que sigue vigente, y se acrecienta con el paso de los años.
La idea de los creadores de 5 Caldas era permanecer, pero nunca imaginaron que el Club de Futsal podía expandirse de la manera que lo hizo y tener vuelo propio. Junto a su amigo Mauro Pydd, José Adrián Eliseo “Pepi” González (35) buscaba algo que fuera más allá de un equipo. Ambos jugaban futsal en la Liga Posadeña, en diferentes equipos, y maduraban la idea de algo diferente: que sirviera no sólo para tener un lugar donde ir a jugar, sino para generar un espacio donde se pudiera practicar deportes, que fuera un lugar de encuentro, donde se pudiera estudiar, pasar el día, practicar diferentes disciplinas, que los padres pudieran dejar a los chicos mientras iban a trabajar, sabiendo que sería un lugar seguro. Así surgió 5 Caldas, donde predomina el rojo, verde y blanco, como en 11 Caldas.
“Igualmente, fue un proceso muy largo porque en 2006 tuvimos ese primer equipo de fútbol de salón y recién en 2016, diez años después, sumamos otro plantel que fue el equipo femenino de futsal. A partir de ahí, al agregarse más gente, se fueron sumando disciplinas. Las chicas que tenían un hermanito, un primo, lo sumaban al equipo de juveniles. Vino el vóley, el handball, el hockey. Hoy tenemos ocho planteles en total, y la novedad es el equipo de E Sports (deportes electrónicos)”, explicó “Pepi” González.
Admitió que lo de E Sports “costó entenderlo, pero es algo que tiene su micromundo, sus propias competencias, su lenguaje, los clubes a nivel nacional y mundial tienen sus planteles y hay competencias provinciales, nacionales. Quisimos adentrarnos un poco en esto y creamos el primer equipo, que ganó su primera competencia y ahora se están rearmando”.
En busca de un espacio
5 Caldas posee ocho equipos: la primera masculina de futsal, la primera femenina de futsal, juveniles (Sub-20 masculino), veteranos de futsal (mayores de 35) que participan habitualmente en las competencias de la APoFuSa, la primera femenina de vóley, handball masculino, Mami’s hockey y los chicos de E sports. En total son más de 130 competidores, cuyas edades oscilan entre los 15 -edad del más chico de los juveniles de futsal) y los 48 o 50 años, que tienen algunos jugadores veteranos y de Mami’s hockey.
Al no contar con un espacio físico propio, los diferentes equipos entrenan en lugares distintos. Los equipos de futsal lo hacen en el Club Atlético Posadas y en el Club Jorge Gibson Brown; las chicas de vóley y de futsal en el polideportivo El Zaimán; los chicos de handball, en el tinglado del colegio Roque González; las Mami’s hockey, en el Club Legislativo, lo que genera a la institución un gasto mensual abultado.
“Se nos van casi 20 mil pesos por alquilar las canchas para las diferentes disciplinas, semana a semana. Por eso, el próximo paso es buscar un lugar propio. Ya no es sólo un anhelo, sino que es sumamente necesario para poder contener a tanta gente”, acotó.
“Tengo la esperanza y la seguridad que en algún momento, algún organismo nos escuchará y nos cederá un predio, no sólo porque hacemos un bien al deporte sino también a la comunidad, con la idea del deporte como inclusión (cuando abrimos una categoría o un equipo, hacemos convocatoria abierta), como salud, de tener un núcleo donde los chicos puedan ir a estudiar. Actualmente, comprarlo, sería imposible”, analizó.
Además, el propósito es que “el día de mañana sea un lugar de recreación. Nuestra visión también es la de un club social y deportivo con conciencia social, que pueda tener un núcleo donde los chicos puedan ir a estudiar. En algún momento pudimos dar acompañamiento a algunos jóvenes que se sumaban al equipo de futsal de barrios carenciados, en el proceso de culminación del colegio secundario. Es algo que nos caracteriza”.
“Es numeroso el grupo que nucleamos. No hablo sólo de deportistas porque detrás está la familia, hablo de una gran cantidad de personas que se nuclean bajo un mismo escudo o colores, y no es sólo lo deportivo, sino la responsabilidad de devolver algo a la sociedad, por eso, cada tanto, organizamos movidas solidarias sea dentro como fuera del club para gente que necesita. Colaboramos con hogares de ancianos, de niños, comedores infantiles, hogares de tránsito de mascotas, y no es sólo un buen acto, sino la obligación que tenemos de acá y para las próximas generaciones”, manifestó.
González confió que en los comienzos “teníamos esa idea porque llevábamos años compitiendo, moviéndonos dentro de la Liga, pero luego fueron apareciendo las ideas que nos fueron llegando de otras disciplinas como handball, vóley, hockey. Era gente que de una u otra manera conocía a 5 Caldas por tener familiares o allegados dentro. Y como les interesa el proyecto, nos traen ideas para sumar disciplinas”.
Aseguró que “buscamos que 5 Caldas sea sinónimo de amigos y de familia. Aquí se repiten las mismas historias en muchas otras familias donde un hermano trajo a otro, chicos que se conocieron y formaron pareja, tíos, primos, abuelos y nietos”. Sin ir mas lejos, “Pepi” conoció a Emilia, con quien son padres de Ema y Salvador, mientras ella jugaba en el equipo de vóley junto a su hermana. O el caso de su hermano, Gustavo González, que permanece hasta hoy y es el técnico de la primera de futsal.
5 Caldas significa un trabajo diario de hormiga. “Los diseños los solventamos con la venta de nuestros productos y dos veces al año hacemos un bono colaboración (el próximo sale a la venta la semana que viene). El trabajo es cotidiano y hay entre 20 y 30 personas organizando a los equipos. Sin ellos no podría ser lo que es actualmente. El entusiasmo se ve en las canchas y en las tribunas. Hasta 2019 era muy lindo concurrir a cualquier actividad del equipo porque se apreciaba a chicos pequeños con sus papás y mamás, acompañándolos”, añadió.
“Pepi” entiende que formar parte del grupo es importante. En algún lugar “vi un cartel que decía que una hora en la cancha, es una hora lejos de la calle. Hacer deporte siempre hace bien no sólo a nivel físico sino también a nivel social, a nivel grupal. Te genera un sentido de pertenencia y esas ganas de socializar, de salir, de estar. Hoy, con el tema de la pandemia, se presentan muchas cuestiones de salud mental, hay muchos adolescentes con depresión, con trastornos, y me parece que el acompañamiento de los adultos y el fomento del deporte, es importante”.