Fue un año difícil también para la danza y Expandans continuó a pesar del confinamiento reiventándose de la mano de su directora Laura Romero, quien articuló las clases y hasta exámenes online para que todo fluya.
Hoy el Instituto regresa de las vacaciones respetando el protocolo, con más oportunidades, trabajando en burbuja y ofreciendo alternativas para quienes desean soltar tanto estrés, tanto encierro y tantas tensiones que la misma situación produjo.
“Las clases continuaron, las hicimos por zoom hasta que nos permitieron regresar a las presenciales con protocolos burbuja, distanciamiento y grupos reducidos”, recuerda la profesora.
“Hasta tuvimos que suspender un viaje que teníamos programado, fue un año muy duro económicamente, pero salimos adelante. Recién en noviembre podremos regresar al escenario y serán dos años sin poder hacerlo, una verdadera eternidad para nosotros que hacemos danza y la disfrutamos”, destacó Romero entre grandes suspiros.
¿Qué hacer en Expandans?
Ya con mucha ansiedad y grandes expectativas, “acá estamos de pie, poniéndole el hombre a toda esta situación y seguimos con presenciales atendiendo las reglas para poder seguir”.
El Instituto responde a los pedidos con clases de la tan requerida Danza Clásica para adultos, porque -como reconoció la directora-, “son los que desean algo más que un ejercicio tradicional, algo que contemple la música, el arte, el movimiento siempre y cuando se sume el entrenamiento corporal dándole un plus de alegría al corazón que es lo que da la danza”.
Además se suma a las ofertas académicas el ballroom, las danzas de salón como las que se ven en las películas o la televisión, con varios estilos como la salsa, el merengue, rumba, chachachá, pero al estilo de competencias, pura adrenalina.
También tienen un grupo de folclore, los martes a las 20.30 y los jueves, un grupo de tango que se circunscribe a parejas convivientes para poder respetar el protocolo por el alto contacto que tiene este estilo tan nuestro.
Además, continúan las clases de baile contemporáneo y clásico, a las que asisten desde las más chiquitas y que Laura Romero reconoce que “fueron las verdaderas heroínas de Expandans, pues no decayeron, mantuvieron el espíritu en alto y son las que nos llenan de alegría. Luego están los grupos intermedios y de avanzadas adolescentes, que siempre continúan.
Este año tuvimos coreografía, siempre respetando el protocolo de distanciamiento, pero todo fue y es como muy raro porque estamos acostumbrados a la danza contemporánea con contacto, pero ni un abrazo no dejaban dar. Y nosotros tratamos de cumplir con todos los requisitos para poder seguir funcionando”.
Algo que la pandemia y los protocolos reforzaron, es lo que destaca la bailarina: “cuidar nuestro cuerpo, tomar consciencia de lo que valemos siendo completos, pues no solamente hablamos de entrenamiento también de cuidar la salud, del respeto y del valor que tiene regalarnos un mimo que nos alcanza el alma, para poder así estar siempre alegres. El cuerpo no es una materia que tenemos que entrenar, sino contemplar todo lo que la persona necesita como ese acercamiento con el otro, con el espacio, con la historia que está contando a través del baile y la música, todo ese combo completo es lo que nos hace sentir que estamos vivos”.