Fiorella Petta conoció el violín a una corta edad. Cuando tenía seis años asistió al casamiento de su padrino en una iglesia, donde una violinista tocó el Ave María.
La pequeña quedó completamente fascinada, es que no podía creer lo que estaba escuchando, le pareció algo maravilloso. Su papá se dio cuenta de la emoción que sintió Fiorella entonces la inscribió en la Escuela de Música de los Grillitos Sinfónicos.
De esta forma, la niña comenzó con su formación musical. “Estaba encaprichadísima con el violín y entré en la orquesta infantil. Siempre admiré a los maestros que me enseñaron”, expresó la posadeña que hoy tiene 17 años.
Reveló que la música muchas veces la puso en situaciones muy emotivas, en este sentido recordó la experiencia de participar en las distintas ediciones del festival internacional de orquestas y coros infanto-juveniles, Iguazú en Concierto.
“Es un festival muy grande donde van personas de diferentes países, con mucha variedad de músicos y cuando tocás con ellos sentís mucha emoción, primero por lo que estás tocando porque siempre son repertorios increíbles, y después por la emoción de compartir el escenario con personas de todo el mundo. Sentir que estamos todos juntos tocando música te da piel de gallina”, contó.
Es por esto que la joven consideró que “la música me llevó a lugares a los que nunca pensé que iba a llegar. Con la orquesta juvenil viajé a Perú, Estados Unidos, Miami y a Italia donde hicimos una gira por todo el país. Vivimos una experiencia súper linda, conocimos a otras orquestas y fue único, creo que sin la posibilidad de la música y el arte nunca hubiera podido lograr todo esto”.
Actualmente, Fiorella integra la Orquesta Juvenil de Grillos, con otros jóvenes músicos. Este es su último año y ya se está preparando para su concierto final, donde cada músico que egresa toca como solista.
Como proyecto a futuro, la violinista manifestó que le interesaría seguir con la música a la hora de elegir una carrera.
“Gracias a Grillos tuve la posibilidad de tocar mucho repertorio cinematográfico, de Games of Thrones o Stars Wars, lo que me hizo darme cuenta de lo maravillosa que es la música en el mundo del cine. Entonces, me gustaría en algún futuro estudiar musicalización cinematográfica y el año que viene comenzaré la carrera de producción multimedial que tiene también musicalización, y otras muchas cosas que me gustan, además de estudiar producción musical”, indicó.
Reflexionó que “en el mundo hay música para todos los gustos” y destacó que “la virtud más grande del violín es que es un instrumento muy versátil. Como violinista toqué de todo, desde repertorio regional en el Festival Nacional de la Música del Litoral, tangos y otras cosas, entonces considero que el violín es súper versátil y se adapta a todo”.
Sostuvo que la clave para aprender a tocar el violín es comenzar a hacerlo desde muy temprana edad. “Aprendí a tocar a los seis años, a mí hoy en día me parece algo fácil porque me sale de forma natural, pero me pasó que varias veces quise enseñarle a otras personas y ahí me di cuenta de lo difícil que es, por las cosas que hay que tener en cuenta, por ejemplo la postura, el sonido, cómo se agarra el arco, la posición de los dedos, la afinación, y es bastante complicado aprender. Pero, creo que si se lo hace desde una edad temprana es más fácil”, opinó.
No obstante, Fiorella señaló que “si a la persona le apasiona el instrumento y la música, puede aprender a tocar a cualquier edad, no importa si es un niño, joven o adulto, no hay edad para hacer música”, aseveró.