Una mujer que habita una casa próxima a la cantera de piedra de una empresa constructora en el paraje Nemesio Parma, en proximidades al Parque Industrial de esta capital, dio el alerta este miércoles pocos minutos después de las 18 de que en una laguna del emprendimiento vio un cadáver semisumergido y semidesnudo.
Las inmediatas reacciones correspondieron a los encargados de los operativos de contingencia de estos. Primero a la comisaría jurisdiccional, la Decimonovena en Itaembé Guazú y a efectivos de bomberos y autoridades de instrucción judicial de turno.
La descripción de la escena no abundaba en detalles pero sí en dramatismo. Al llegar el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo y los primeros peritos forenses de la Policía Científica encontraron que el cuerpo estaba boca abajo y desnudo de la cintura hacia abajo y con evidentes lesiones en la zona genital que deberán ser analizadas y determinadas si corresponden a rastros de un ataque sexual de violencia extrema o corresponden a mordeduras de animales de la zona, tal vez roedores y fauna de la laguna.
Ya sin luz solar pocas estimaciones podían tomarse como sustentables, sólo trascendió que las lesiones tras extraer el cuerpo alcanzaban al rostro y cráneo y que los restos correspondían a una mujer.
La edad no pudo ser precisada anoche, en principio de trascendió que rondaría entre los 35 y 40 años, pero luego se estableció un rango entre 50 y 60 años, que se desprendió del pelo canoso de la víctima. A la par de las labores forenses en la zona iniciaron las averiguaciones respectivas investigadores de la Unidad Regional I y de la Dirección Homicidios.
De las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, único medio presente para cronicar el hallazgo, se adelantó que en la zona no había registro de alguna persona con denuncia por ausencia prolongada o desaparición.
De los testimonios informales recogidos por distintos equipos de investigadores, el último registro de personas en la cantera fue el lunes por la tarde y correspondió a operarios que se acercaron a lavar sus equipos en la laguna.
Con esta hipótesis se apuntó que la muerte pudo producirse durante la noche del lunes y madrugada del 17 de agosto y que el cadáver cayó allí por alguna circunstancia o causa violenta.
La clave en la morgue
Se aguardará que este jueves el cuerpo pueda ser analizado en autopsia pero con la visión de la mañana se pueda rastrillar todo el perímetro que el juez Cardozo ordenó mantener bajo custodia para intentar recuperar algún elemento o pertenencia de la víctima que pueda identificarla y apuntalar una causa del óbito.
En un primer momento se alertó que el hecho se trataría de un homicidio y que la víctima era un hombre al que habrían atacado con saña. Minutos después la información fue que los restos correspondían a una mujer con la pollera baja hasta la altura de las muslos y rodillas.
Acompañaron el operativo, el jefe de la Unidad Regional I, Carlos Franco junto al director y subdirector General de Seguridad, Carlos Roberto Kallus y Oscar Acuña.