Opaco, sin brillo y hasta desconocido estuvo River Plate en el encuentro de cuartos final ante Atlético Mineiro y eso le costó la eliminación de la Copa Libertadores. Cayó por un contundente 3-0 ante un insaciable equipo brasileño que en semifinales se medirá ante Palmeiras.
Si bien el “Millo” arrancó motivado en los primeros minutos y tuvo una clara aproximación en los pies de Matías Suárez, estuvo lejos de su mejor versión y hasta terminó desdibujado frente un conjunto de Cuca que administró de la mejor manera sus ataques y explotó al máximos las serias falencias del fondo de River.
Tras avisar en dos ocasiones con Eduardo Vargas, que no terminaron gol sólo por las grandes intervenciones de Armani, la apertura del marcador llegó a los 21’ y fue Matías Zaracho el encargado de convertir. Luego de un pase de Hulk, el ex Racing picó al vacío, recibió en el área y con una perfecta pirueta venció la resistencia del guardavallas del conjunto de Núñez para el 1-0.
River intentó responder rápido, pero atacó descompensado, con pelotas largas e imprecisas que sólo facilitaron la tarea de los marcadores brasileños.
La falta de un creador de juego sumado a las distracciones defensivas fueron un cóctel letal para el equipo de Gallardo y lo terminó sufriendo con un nuevo gol. A los 33’, Zaracho filtró un pase entre las líneas de los centrales del Millo y Hulk escapó en soledad y con una gran definición puso el 2-0.
En los segundos 45’ Gallardo metió varios cambios para tratar de dar vuelta la historia, pero la respuesta no estuvo en el banco. Inconexos y con un equipo bien plantado adelante se le hizo prácticamente imposible generar asociaciones y ni hablar de situaciones.
Para colmo, con una nueva distracción de River a los 16’, Mineiro termnó de sentenciar la historia. Tras una salida de una pelota parada, todos en se durmieron en el fondo y Zaracho, atento como en todo el partido, estuvo lúcido para pelear una pelota y, de cabeza, colocó el tercero.
River tuvo dos chances más tardes, primero con un pelotazo de Romero, que pasó pegada al palo; y más tarde con un gran remate de De la Cruz, que tuvo una increíble respuesta de Éverson.
El “Millonario” pagó caro los errores, pero quizás lo más preocupante fue la actitud del equipo. Lejos estuvo ese hambre de gloria que lo llevó a ganar épicas definiciones.
Ahora a River sólo le queda pelear la Liga Profesional; mientras que Mineiro irá en busca de la final frente a Palmeiras, que dejó en el camino a San Pablo.