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Amparada en su derecho y aconsejada por su defensora oficial, la mujer detenida por el crimen de Rafael Olivera en Montecarlo el pasado fin de semana, se abstuvo de responder ayer preguntas referidas a su aprehensión ante el juez de Instrucción de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, quien la imputó provisoriamente por el delito de “homicidio simple”.
La sospechosa tiene 50 años y fue señalada como posible autora por vecinos del barrio Henter donde residía la víctima fatal, jubilado de 75 años.
El juez de la causa aguarda aún resultados determinante para avanzar en el expediente. Hasta el momento no se pudo establecer con precisión cómo murió Olivera. Su cuerpo fue hallado dentro de su vivienda con múltiples golpes, heridas con un clavo, traumatismos en la cabeza y con abundante jabón en polvo hasta en la garganta, por lo que no se descarta que el deceso fue producto de la asfixia por este producto químico.
Tampoco el magistrado tiene certeza aún que haya sido la mujer detenida la autora del crimen o si participó ella sola.
Para determinar estos puntos se tomaron muestras para cotejar estudios genéticos y establecer si estuvo en la escena. Puntualmente se tomaron rastros debajo de las uñas de la víctima fatal y de la mujer detenida.
Los primeros detalles de la autopsia practicada en Posadas, permitieron saber que Olivera fue impregnado completamente con jabón para lavar ropa y tenía restos de este producto hasta en la garganta.
Además, los investigadores secuestraron un paquete de 800 gramos vacío de este producto y el clavo que tenía incrustado en la muñeca derecha, con el que se presume simularon “crucificarlo” durante un “ritual de purificación”.
Confirmaron que además del golpe en la cara, que le rompió el tabique nasal, tenía mordeduras en el cuerpo y además de jabón, fue cubierto con harina.
Al expediente ya fueron volcados las voces de testigos que habrían apuntado sobre el comportamiento de la sospechosa como “conflictiva y violenta” además de que fue vista al ingresar a la vivienda de Olivera el sábado durante la tarde noche y salir a la madrugada del domingo.
Entre los motivos de la muerte de Olivera se especula con acto violento, un macabro ritual ejecutado por la detenida: “Trabajo de limpieza de cuerpo y alma”.
Que cobre fuerza esta teoría, no descarta totalmente la del presunto ataque sexual de Olivera sobre quien resultó su victimaria luego.