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A poco de elevarse a juicio el crimen de Arnaldo Alejandro “Nano” Amarilla (33), por el cual hay dos policías imputados, la defensa apeló la medida y la resolución del expediente había quedado en manos de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores. En las últimas horas se conoció que el recurso fue rechazado por esta instancia, por lo cual se confirma que los efectivos están nuevamente camino a juicio oral y público.
Se trata del sargento Emanuel Esteban Soley (36) y el oficial subayudante David Salomón Villalba (33), quienes integraban la patrulla que el 1 de julio de 2018 concurrió al barrio A 3-2, donde resultó baleado Amarilla en un supuesto caso de “gatillo fácil”.
Este es otro revés de parte de la defensa, luego que en noviembre pasado también la Cámara le denegara el pedido de excarcelación extraordinaria a Soley, quien continúa detenido. La situación de su camarada es distinta, dado que goza del beneficio de la libertad, luego que no prosperara el pedido de prisión preventiva solicitada por el fiscal Germán Casals, quien consideró que a Villalba le cabía la responsabilidad por haber sido el de mayor jerarquía y responsable por el accionar del subalterno.
De esta manera, el proceso hacia el debate prosigue, donde en fecha aún no definida, Emanuel Esteban Soley deberá responder la acusación del delito de “homicidio calificado” (artículo 80, inciso 9 del Código Penal Argentino) y por “abuso de función” (artículo 41 bis). En tanto David Salomón Villalba lo hará por “homicidio calificado”, “abuso de función” y “falsedad ideológica”.
Llamado por una reyerta
En la noche de aquel 1 de julio, al menos en dos oportunidades los vecinos el barrio llamaron a la policía para que actuaran ante una pelea que se había desatado en la manzana 18 del complejo habitacional. Al parecer el involucrado en la misma era “Nano” Amarilla, a quien la patrulla acudió para contenerlo.
Según el expediente frente a la vivienda del sospechoso habría ocurrido el accionar del sargento Soley, quien efectuó un disparo de escopeta con balines. Pero el arma no estaba cargada con postas de goma o de plásticos como las que habitualmente utiliza la fuerza en operativos antitumulto.
Al menos un cartucho llevaba perdigones de metal, que le impactaron en la espalda a Amarilla y uno de los cuales le perforó la aorta. Alcanzó a desplazarse hasta dentro de su vivienda pero allí murió producto de la lesión. Lo encontró su hermano alrededor de las 5 de la madrugada.
Amarilla ya había purgado una condena por un homicidio ocurrido en 2003.