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Una foto, una historia, un nene que intenta terminar su tarea antes que la batería del celular se termine y deba ir hasta el próximo barrio para poder cargarlo. Ramiro Villalba tiene 9 años y desde el 2020 vive en un asentamiento sin luz, agua ni Internet. Como él, 300 familias del barrio Itatí en Montecarlo se enfrentan diariamente a los golpes económicos que la pandemia agudizó.
Tuvieron que dejar su casa
Hace un año que Ramiro se mudó junto a sus papás Gisela Grün y Lionel Martínez y sus dos hermanitos Yanet (5) y Santino (7), al barrio Itatí. “Nosotros alquilábamos una casita en Montecarlo, pero llegó un punto en que no pudimos pagarlo más. Mi esposo no podía trabajar, las cosas no dejaban de aumentar y no nos quedó otra que venir para acá”, contó a PRIMERA EDICIÓN Gisela.
El barrio Itatí es un asentamiento que se conformó a comienzos del 2020 cuando, familias en la misma situación de vulnerabilidad que la de Ramiro, decidieron ocupar el lugar con carpas y casitas improvisadas. El nuevo barrio se ubica a poco más de 1 km del barrio Malvinas, que es donde Ramiro y sus hermanos asisten diariamente a la escuela. Allí también es donde recargan los celulares, le ponen algunos pesos de crédito para hacer sus tareas y trabajan de las pocas changuitas que pueden conseguir.
Malas condiciones de vida
Al ser un lugar ocupado ilegalmente, “no nos quieren instalar la luz ni el agua”, dijo Gisela. Mientras tanto, se inundan cuando llueve, sufren el frío sin ningún tipo de calefacción y en los días de calor se agobian.
Aún así, Gisela y Lionel motivan a sus hijos a que no falten un solo día a la Escuela 906 y gastan el poco dinero que ganan para recargar el crédito del celular para que los hermanos Martínez no se atrasen con sus tareas. “Desde este año empezaron las clases totalmente presenciales así que pudieron ponerse al día”, dijo Gisela, recordando que durante el 2020 sus hijos perdieron muchos meses de estudio debido a la modalidad virtual.
Sin embargo, como la perseverancia de estos alumnos, hay poca en el barrio Itatí. “No está yendo nadie a la escuela, es preocupante”, señaló la mamá de Ramiro. De hecho, contó que días atrás “vino la directora de la escuela porque quería saber por qué los chicos estaban faltando tanto”.
La situación de pobreza, la necesidad de que todos los miembros colaboren en la economía familiar, la falta de luz, de agua y de Internet, fueron algunos de los motivos con los que se encontró la directora de dicho establecimiento.
Están desempleados
Actualmente, el único ingreso que recibe la familia de Ramiro es el que cobra Gisela por la Asignación Universal por Hijo. El papá de los chicos, Lionel, también suele hacer changas pero no puede hacer mucho esfuerzo físico debido a una lesión en la espalda que sufrió mientras trabajaba en Buenos Aires. “En los próximos días va a tener que viajar para allá, porque iniciamos un proceso legal por la lesión de mi marido”, contó.
Se puede colaborar con donaciones de alimentos y dinero
Las familias del barrio Itatí en Montecarlo, hicieron un grupo en Facebook para visibilizar su situación. Allí también se pueden comunicar para colaborar con alimentos, dinero, ropa y elementos para sus casas. “Hay familias que verdaderamente están en una situación desesperante”, dijo Gisela.
“Todas las donaciones que vamos recaudando las juntamos en un mismo espacio y las vamos repartiendo a quienes peor estén”, contó. Por otra parte, agregó que también pueden comunicarse al número de Gisela 3751539832.
Meses atrás, las familias hicieron movilizaciones pidiendo por electricidad y agua, pero todavía no tuvieron respuestas.
Su lucha será difícil, ya que están ocupando un lugar de manera ilegal, pero tienen esperanzas de que “alguien nos escuche y que puedan ayudarnos”.