En la edición del pasado sábado 21, dio cuenta en exclusiva la triste historia a la que debió verse sometido un bombero voluntario de El Soberbio que, por ir a apagar un incendio debió faltar al trabajo, y lo echaron mediante un mensaje de WhatsApp.
La respuesta de la comunidad fue tan inmediata que el efectivo hoy puede decir que “cuando una puerta se cierra se abre una mejor”. Es que una cooperativa dedicada al rubro del turismo lo tomará entre sus empleados y ha dejado en claro que la participación en su deber público, será respetado sin miramientos.
Lo que ocurrió con este bombero, cuya familia también se alistó en las filas del cuerpo soberbiano para trabajar por su comunidad, no fue justo. La indignación que causó trascendió la provincia de Misiones y generó respuestas positivas ante una decisión empresaria totalmente cuestionable.
Este padre de una niña ahora podrá volver a dedicarse plenamente al combate de los múltiples incendios que se registran día a día, sin tener que preocuparse por cuál será la forma en la que sostendrá la ayuda económica de la niña y sus gastos.
En cuanto haya una tregua de las llamas hacia los bomberos voluntarios de El Soberbio, hay promesa de salir a las calles de la ciudad a repudiar al empresario que decidió dejar sin trabajo a este servidor público. La bronca caló profundo no sólo en los compañeros del despedido dentro del cuartel, sino también en otros cuerpos activos colegas de distintos puntos de la provincia.
Hasta hubo abogados que se ofrecieron a representar legalmente al bombero si decidía en enjuiciar a su expatrón.
Con este final feliz, resta pedir a la comunidad toda la extrema prevención de incendios para evitar más daños ambientales irreversibles para el planeta.