El Gobierno de Alberto Fernández se encamina a una elección por demás compleja. La falta de resultados en lo económico y la situación de la pandemia (agravado por el escándalo del “Olivos-Gate” y sus derivaciones) hace que no sea fácil la pulseada para el oficialismo en las urnas.
Menos con un nivel de actividad que si bien se está recuperando, no compensa la caída del 2020 y mantiene una inflación galopante que golpea precisamente al conurbano, bastión electoral del Frente de Todos.
Así, se explica que se hayan redoblado los esfuerzos para aumentar el “gasto electoral”, aquél que se produce sólo este año y que busca mejorar la imagen pública del Gobierno a pocas semanas de las PASO.
El economista y director de la consultora FMyA, Fernando Marull, calculó a cuánto asciende este “gasto electoral” que muchas veces es difícil de ponderar.
“El aumento del déficit refleja los mayores gastos que vino anunciando el Gobierno en los últimos meses, que podemos estimar en $600.000 millones, o 1,5% del PBI. Si le sumamos los u$s1.700 millones que usó el BCRA para bajar el dólar contado con liquidación, el Gobierno viene usando un total de u$s8.000 millones, casi 2% del PBI. Esto sería más del 1% del PBI que gastó Cristina en 2015 para que gane Scioli. Y no alcanzó”, señaló Marull.
En el desagregado, la consultora muestra cómo se llega a esos números. Lo explica como medidas fiscales y monetarias. Hubo aumentos del gasto considerados transitorios, como el IFE, bonos a jubilados y AUH, otros subsidios económicos y créditos a monotributistas que este año ascienden a un total de $385.177 millones.
Después están los aumentos permanentes del gasto, entre lo que considera el programa Potenciar Trabajo (hubo un aumento del 30%), se duplicaron los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar (a 4 millones) y se aplicó una suba del 30%; el aumento del piso de Ganancias para personas físicas, y la marcha atrás del retroactivo de Monotributo. Todo eso sumaría $216.600 millones.
Así, sumando los “gastos transitorios” y los “permanentes”, se llega a que el total ya usado por el Gobierno con fines electorales asciende a $601.777 millones.
Marull, a esta cuenta, le agrega lo que lleva vendido el Banco Central para detener la suba de la brecha. Ya que el Central vende bonos y luego recompra en el mercado secundario contra dólares para no bajar su stock, termina perdiendo reservas en ese pasamanos. ¿Cuánto? Dice el consultor que se gastaron u$s1.700 millones.
De ahí que tomando lo fiscal y lo financiero, la consultora afirma que se vienen utilizando el equivalente a u$s8.000 millones para llegar de mejor forma a las elecciones. “El gasto electoral está financiado con las retenciones a la soja y el Impuesto a la Riqueza”, advierte Marull.
Para el 2021, proyecta un déficit primario del 4% PBI. “El menor déficit comparado con el 2020 (6,5% del PBI) es por soja y el impuesto a la Riqueza, junto a un gasto COVID menor al de 2020”, explica.
“La economía está un poco mejor pero no alcanzaría para que el Gobierno haga una buena elección. Obviamente que hay otros factores en juego que pueden hacer que el Gobierno saque un mejor número. Pero no habrá que buscarlo en la economía. Algo de eso se viene reflejando en la intención de voto del Gobierno, que sigue floja”, señala Marull.
Eso, además, ya se está viendo el mercado con subas interesantes en acciones y bonos. Recientemente el banco Morgan Stanley salió a recomendar bonos argentinos porque ve que en las encuestas el oficialismo está flojo. Se verá si finalmente el termómetro de la calle que utilizan los consultores se replica en las urnas y no termina siendo el “fiasco” de las PASO del 2019 cuando se cayeron todas las apuestas que había a una buena elección del macrismo.
Mejorar el consumo
El Gobierno prepara dos medidas para “aliviar el bolsillo” de la ciudadanía que, finalmente, quedarán para después de las elecciones primarias (PASO) del próximo 12 de septiembre.
Se trata de una nueva actualización del mínimo no imponible de Ganancias, pensando en la clase media, y de una suba adicional del salario mínimo, vital y móvil (SMVyM), pensando en los sectores más vulnerados.
En concreto, el Gobierno dispondrá en lo que resta del año un nuevo ajuste del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a la Cuarta Categoría, aplicado a los salarios de los empleados en relación de dependencia, aunque aún resta definir el nuevo monto que reemplazará a los $150.000 mensuales vigentes, así como su fecha de aplicación.
Este último punto es uno de los más controvertidos de la modificación anunciada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, si se tiene en cuenta que en la última adecuación pasaron tres meses desde la sanción de la ley hasta la reglamentación de la AFIP y su puesta en ejecución.
En su reciente intervención en el Congreso ante la Comisión Bicameral de la Deuda, Guzmán aseguró que “el mínimo no imponible de Ganancias se va a estar actualizando este año porque la variación del índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) es diferente al que estaba en el presupuesto”.
Salario mínimo
Por estas horas, el Gobierno está definiendo los detalles para llevar adelante una nueva convocatoria al Consejo del Salario Mínimo para fines de septiembre con el objetivo de acercar a las partes para sumar un 10% de aumento al 35% ya otorgado incluso en la etapa de revisión.
Esta iniciativa surge luego de las quejas de los gremios por el “insuficiente” aumento concedido en los dos encuentros del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil realizados en lo que va del año y además para cumplir con el objetivo de alentar una recuperación del salario y en los ingresos de los planes sociales.
Es que en plena campaña electoral y conscientes de impacto inflacionario en los ingresos, el oficialismo está decidido a impulsar una mejora que impacte tanto en los trabajadores informales como en el cálculo de los ingresos que cobran los beneficiarios de planes sociales y de las capacitaciones que lleva adelante la propia cartera laboral.
Si bien en la reunión de revisión llevada a cabo en julio pasado, se acordó adelantar el pago de las cuotas que finalizaban en febrero de 2022 a septiembre del corriente para que, de este modo, en ese mes se termine de ajustar el 35%.
“Por un voto, por cien, por lo que sea”
En plena campaña, las principales espadas económicas del Gobierno se adecuan a los tiempos. El jueves en el Congreso de la Nación, el ministro de Economía, Martín Guzmán, criticó duramente a la oposición y afirmó que “nosotros somos el pueblo”, y ayer el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, respondió sin dudar cuando le preguntaron cuál sería, para el oficialismo, un buen resultado electoral. También la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, se puso el caso: hace unos días fustigó al macrismo y fue retuiteada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ahora el principal objetivo es imponerse en las legislativas. “Un buen resultado electoral es ganar, por un voto, por cien o lo que sea”, dijo Kulfas, que desde hace varias semanas intensificó su agenda mediática, se metió de lleno en la arena electoral y ayer declaró no conocer “otro resultado u otros matices” sobre la cuestión.
“Hoy tenemos la cabeza puesta específicamente en el escenario electoral y fundamentalmente en sacar a la Argentina adelante, y poner a la Argentina de pie”, dijo el titular de Desarrollo Productivo.
“Hay que ir paso a paso, analizando las diferentes etapas, y por supuesto, una vez que se puedan dar estos resultados que estamos esperando, de poder lograr un buen escenario electoral en 2021, de poder recuperar la economía y poner a Argentina de pie, consolidar este liderazgo tan importante que ha mostrado Alberto Fernández”, justificó.
Según Kulfas, la discusión actual es una reiteración de la de hace dos años. “Estamos en situación compleja, una campaña electoral donde se reedita una parte del debate de 2019, donde lo que buscamos es decir: miren, a pesar de la pandemia, además de haber podido generar las medidas de apoyo. Estamos trabajando, poniendo a la Argentina de pie, nunca tuvimos que retroceder un milímetro”, dijo. Kulfas cruzó a la oposición por el endeudamiento. “Siguen cometiendo el mismo error que cuando eran gobierno y así les fue al país por esos errores garrafales”. “Usted pregúntele a cualquier persona si le da lo mismo endeudarse en pesos o en dólares o si es lo mismo endeudarse con el banco que con un pariente”, mencionó.