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El paradero de Pedro Darío Pietrowski (51) para la Justicia y la Policía es un misterio. Para su defensa su causa debería ser declarada por el Superior Tribunal de Justicia como prescripta por los plazos legales vencidos.
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El exintendente, veinte años al frente de la comuna de Almafuerte y durante cuatro fue legislador provincial, fue declarado en rebeldía el martes 27 de julio por el juez Correccional y de Menores 2 de la Primera Circunscripción Judicial tras protagonizar el tercer faltazo a juicio oral y público por el delito de “amenazas”, expediente que lo tiene como acusado desde 2018.
Tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, el primer llamado a ser juzgado fue el 18 de abril de este año y presentó un certificado médico por padecer un cuadro de hipertensión. El segundo fue el jueves 3 de junio, pero nuevamente el único ausente fue el acusado. Esta vez fue test positivo de COVID-19.
La tercera fecha indicaba tajante que sería buscado por la fuerza pública. Pero tampoco concurrió, fue su nuevo abogado el único que acudió en su representación para anunciar que habían recurrido en queja al Superior Tribunal de Justicia porque consideran que no puede ser llamado nuevamente a debate porque el delito “amenazas” por el que se lo requiere ya prescribió, se venció el plazo legal.
También notificaron que por la acusación de “rebeldía”, ofreció una probation como medida alternativa de reparación.
Fuentes consultadas por este Diario resaltaron que la orden de búsqueda y captura de Pietrowski no habría sido cumplida y que tampoco hubo algún tipo de movimiento por hacerla cumplir.
Es tan llamativa la situación que, por ejemplo, la división Búsqueda y Captura de Prófugos de la Justicia de Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía provincial, no habría recibido ningún tipo de comunicación o notificación con la orden del juez Jiménez.
La causa fue iniciada el 4 de agosto de 2018, cuando su exesposa Celia Mabel Smiak (45) ingresó a la comisaría de Leandro N. Alem para acusarlo de amenazas de muerte.
De acuerdo al auto de elevación a juicio de la fiscal de Instrucción 5 de Alem, María Gisela Casafus de Castro, Pietrowski a medida que sus hijos crecieron aumentó el maltrato hacia su pareja.
Cuando ella decidió romper el vínculo, las amenazas fueron de muerte y reiteradas. “Te voy a eliminar (…) No tengo problemas en quedar bajo la sombra (preso) (…) Si no lo hago yo lo va a hacer otra persona pero vos me vas a suplicar por la vida”, habría dicho en una de sus misivas violentas.
El amedrentamiento aumentó cuando Smiak decidió iniciar su campaña política para llegar a jefa comunal. A tal punto, que debió mudarse y vivir al límite del terror ante la posibilidad que Pietrowski cumpliera con sus amenazas.
“Cuando mi papá amenazaba a mi mamá, ella corría al baño y cerraba con llave (…) Una vez mi madre estaba en la camioneta y llegó él (en otro vehículo) y le chocó y amenazó con un cuchillo”, dijo una de las hijas en su declaración judicializada.