
Los monotributistas son los que más reclamos hacen ante la Superintendencia de Salud porque las obras sociales se niegan a aceptarlos como beneficiarios, pese a que por ley no pueden negarse.
Al respecto, la coordinadora de la Superintendencia de Salud de Misiones, Silvia Sapper, admitió que “la teoría es muy distinta a la práctica y detrás de esta negativa hay una situación compleja y es que el Plan Médico Obligatorio (PMO) está valuado hoy en 2.600 pesos, un valor que ya está de por sí defasado de los costos actuales. Y el monotributista paga en concepto de obra social 1.408 pesos, casi la mitad de lo que en realidad debería pagarse“.
“Este es el inicio del problema porque las obras sociales no quieren recibir a personas que no aportan el valor del PMO, cuando en la mayoría de los casos los planes son superadores y tenés que pagar una diferencia para poder acceder a ciertas prestaciones. Hoy, la ley no habilita a la obra social a cobrar un extra para llegar al valor del PMO. Por lo que las obras sociales no están aceptando las afiliaciones nuevas y en las que aceptan te dan la posibilidad de pagar un adicional”, explicó.
Multas y sanciones
Según indicó Sapper, cuando la obra social se niega a inscribir a un monotributista, lo primero que se hace desde la Superintendencia es un reclamo administrativo a través del formulario 075.
“La obra social tiene 10 días para contestarnos. Siempre tratamos de resolverlo desde la gestión, hablo con los gerentes y tratamos de resolver. Pero a veces no llegamos a un acuerdo y esperan que el afiliado acuda a la Superintendencia y actuemos… es que por cada cientos de afiliados descontentos sólo uno hace el reclamo formal”, señaló.
Pasados esos diez días, si la obra social no contesta o se niega, se manda a segunda instancia, a Buenos Aires, “ahí se vuelve a analizar el reclamo y se intima a la obra social a realizar la prestación en un tiempo determinado y cumplido ese tiempo, de no hacerlo, se le aplica una multa. Es un proceso bastante largo pero siempre se trata de resolver lo antes posible”.
Siete de cada diez reclamos se resuelven a favor del afiliado.
Gestiones antes ANSeS
Más recientemente, el problema que más reclamos genera en la Superintendencia de Salud es la falta de cobertura de salud de los que tienen monotributo social, en este caso porque ni siquiera figuran en el sistema.
Según explicó Sapper, “el monotributo social es una figura muy particular porque se solicita en ANSeS, lo inscribe AFIP y la obra social la paga el 50% el Estado y el 50% restante por el beneficiario. Y el 50% del Estado sale del Ministerio de Desarrollo Social… hay muchos organismos en el medio y ahora estamos teniendo inconvenientes porque después de un año duro de pandemia, la gente empezó a salir y a buscar una prestación de salud y se encuentra con que tiene cortado el sistema porque el Estado no aportó el 50% que le corresponde”.
Para tratar de solucionar esta problemática, contó que “nos reunimos con ANSeS para que vean las gestiones necesarias para estar al día porque en su gran mayoría, la gente paga su 50% y es el Estado el que no está cumpliendo”.
Sapper admitió que este es un reclamo creciente, especialmente en la zona de San Pedro, una de las razones por las que en octubre abrirán una oficina “para poder estar más cerca de la gente y tratar de hacer todo lo que podamos para solucionar la falta de prestación”.
Una deuda pendiente
Por otra parte, la coordinadora local de la Superintendecia de Salud reflexionó sobre la necesidad de adecuar la normativa para facilitar a los beneficiarios de obras sociales y pre-pagas conocer sus derechos en cuanto a prestaciones de salud.
“El Plan Médico Obligatorio (PMO) es una ley/manual al que se le fue añadiendo modificaciones… y hoy tiene mil anexos, por lo que su acceso y comprensión clara es una dificultad y es una deuda pendiente unificar en una sola normativa”, opinó.
Cuatro oficinas en el interior
En septiembre, la Superintendencia de Salud abrió una oficina en Puerto Iguazú que funciona en las instalaciones del Hospital SAMIC de esa localidad.
En tanto, en octubre abrirá otras tres oficinas en Oberá (también en el SAMIC de esa localidad), en Eldorado y San Pedro, estas dos sedes funcionarán en el edificio municipal.
De esta manera, después de estar centralizada la atención durante más de 20 años en la capital de la provincia, se busca ahora acercar el organismo a los distintos beneficiarios de obras sociales y pre-pagas.
Aunque en la actualidad gran parte del proceso de reclamo se hace en modo virtual, “la pandemia benefició a la gente para que no tenga que moverse tanto y pueda mandarnos su documentación por Whatsapp o email, en vez de tener que traernos un papel”, indicó Sapper.