En el afán de recuperar su relación con la sociedad y dejarla lo mejor posible de cara a las elecciones legislativas de noviembre próximo, el Gobierno nacional se embarcó en una aventura de anuncios y maniobras para poner dinero en los bolsillos y reactivar el consumo. A fuerza de votos perdidos, el oficialismo está convencido de que debe cumplir con muchas de las promesas de la campaña de hace dos años para romper con la sensación de continuidad que lleva como marca tras la crisis en la que terminó el mandato macrista.
Es en ese sentido que en las últimas horas el Consejo del Salario acordó por unanimidad una suba del Mínimo Vital y Móvil para llevarlo a 33.000 pesos en febrero próximo, con revisión en marzo, con lo cual ese haber acumulará en el año un 52,7% de incremento.
La nueva suba, del 17%, se añade a la actualización del 35% firmada en abril y será en tres etapas: 9% en septiembre (31.104 pesos), 4% en octubre (32.000 pesos) y el restante 3% en febrero (33.000 pesos).
Al término de la reunión virtual, el ministro Claudio Moroni destacó que “estamos cumpliendo con la palabra del presidente Alberto Fernández para que los salarios le ganen a la inflación”.
Parecía olvidar en ese momento que la reapertura de la discusión por el salario mínimo no se debió a un repentino arranque de justicia social, sino a la escalada inflacionaria que apabulló las proyecciones oficiales incluso medio año antes de lo previsto.
Obvió también el Gobierno, al momento de celebrar el nuevo acuerdo salarial, que acordando una suba anual cercana al 53% blanquea al mismo tiempo una inflación cercana a ese índice para el período en curso, todo un diagnóstico de cómo le fue, le va y le irá a la economía durante 2021.
Cuando se termine de compensar el nuevo acuerdo y en promedio, un salario mínimo representará entre una octava y una décima parte de los salarios de las autoridades superiores del Poder Ejecutivo Nacional, sin contar sus viáticos y otros rubros… Eso también explica el resultado de la última votación y la crisis política cuyos efectos sufrimos todos.