
Gabriel Sánchez es adiestrador canino formado en Buenos Aires que desde hace varios años brinda sus servicios en Posadas con el objetivo de brindar una mejor calidad de vida a las mascotas. “Trabajo a domicilio, en presencia del responsable del animal brindando una clase íntegra sobre trato adecuado con el animal mediante refuerzos positivos, lo cual significa que jamás castigo al animal”, detalló el experto a PRIMERA EDICIÓN.
Entre los pedidos más recurrentes que recibe por parte de los dueños están “los problemas que derivan del apego como la agresividad, que el perro tira la correa durante el paseo y la sociabilización con otros animales”. Indicó que el primer paso consiste en organizar la manada “para que el responsable actúe de una forma adecuada con el animal”.
Reveló que la principal causa de los comportamientos negativos en los animales es el “exceso de humanización”. Esto, a su vez, depende de varias cuestiones como “el exceso de contacto físico”, que si bien es necesario, “en el 90% trae problemas”.
“Hay varias patologías psicológicas que el animal puede desarrollar, si yo lo toco de más puede generarse un apego que podría desencadenar en ansiedad, sufrimiento, miedos y hasta agresividad por defensa de recursos, estas son cuestiones que hacen que la manada no sea armónica”, precisó.
Otra situación que incide en el comportamiento negativo de la mascota es el uso de ropa y el baño constante. “Un exceso de baño cambia la conducta del animal, porque cuando uno lo baña le saca parte de su razón de ser, parte de sus olores que le permiten comunicarse con otros individuos de su misma especie y de otras”, apuntó.
Sánchez detalló además que otro punto a tener en cuenta es la separación temprana de los cachorros de su madre. “Generalmente se separa al animal a los 45 días de su madre porque hay una creencia errónea y falsa. En realidad el cachorro debe estar con su madre lo que dura la etapa neonatal, esto es mínimamente dos meses”, explicó.
Y manifestó que “si uno separa antes de tiempo al cachorro de la madre, el animal no adquiere cuestiones referidas a la mordida y la sociabilización con otros animales. Entonces, cuando el perro llega a la etapa adulta, aproximadamente a los dos años comienzan los problemas, rompen cosas, muerden a los dueños o no saben socializar con otros animales”, afirmó.
Asimismo, el adiestrador canino destacó la importancia del uso de la correa en los paseos ya que es un elemento de control y seguridad. Y apreció que “el perro tira generalmente por una falta de entendimiento del ser humano hacia el animal, una mala conexión, mal uso del lenguaje corporal y de la correa, cuyo largo recomendable es de 4 a 5 metros”, cerró.