El Día del Farmacéutico Argentino, que se celebra cada 12 de octubre, es la fecha ideal para resaltar la labor cotidiana de estos profesionales.
Oficialmente, la profesión farmacéutica se inició en nuestro país en 1770, cuarenta años antes de la Revolución de Mayo. Ese año, Don Agustín Pica presentó sus credenciales ante el Cabildo de Buenos Aires, que lo reconoció como el primer boticario de lo que hoy es la Argentina. Diez años más tarde, ya había 31 boticas establecidas. Nueve estaban en Buenos Aires y el resto en el interior.
Tuvo que pasar casi un siglo hasta que, en 1854, el gobierno de Justo José de Urquiza autorizara a la Facultad de Medicina de Buenos Aires a matricular alumnos para cursar estudios específicos en la nueva Escuela de Farmacia, reconociendo así la especificidad de esta disciplina, que hasta entonces estaba ligada a la medicina. Esa independencia tardó otro siglo en consolidarse; recién en 1957 el Consejo Universitario de la Universidad de Buenos Aires creó la Facultad de Farmacia y Bioquímica.
Pero ¿por qué el Día del Farmacéutico se celebra el 12 de octubre? Ese día de 1935, un grupo de farmacéuticos dirigentes de entidades primarias decidieron reunirse en Rosario para crear una entidad de segundo grado que uniera a las instituciones representativas de los profesionales de farmacia en todo el país. Así surgió la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
Fuente: Esencia On Line