La madre, principio de vida, creación, amor, compasión, contención, nutrición.
La madre es más que mi madre.
La madre de todos, la madre del mundo de donde todos provenimos es la madre tierra.
A través de nuestra madre podemos comprender y aprender a amar a todas las madres.
Como hijo, aprender a amar, honrar y respetar a la mujer que nos dio la vida.
Como hija, aprender a amar, honrar y respetar al vientre que nos gestó. Tomar la vida, pasarla. La vida viene de lejos, de antes que ¡mamá!
Hijo, hija eres. ¡Padre, madre serás!
Todo tiene un inicio y aconteció antes que nosotros. Saber cómo es el principio de la creación y en nuestro sistema, poder ver la relación con la naturaleza, con lo planetario, con las leyes universales nos coloca en una expansión de la conciencia que se llama trascendencia.
Poder trascender de lo individual a lo grupal sabiéndonos parte de un todo mayor es crecer en conciencia y descubrir lo sistémico. Poder abarcar un pensamiento expansivo sin quedarnos en la limitación de lo personal es ampliar la mirada y el corazón.
Reconocer al de al lado como igual, pero de diferente sistema, unido a otros sistemas es poder comenzar a respetar los principios y leyes universales donde todos estamos inmersos y afectados.
La madre, el Día de la Madre podemos recordar, honrar, respetar a nuestra madre, a la madre de mi pareja, a la mujer como dadora y creadora de vida, a la naturaleza de donde todos provenimos comemos nos nutrimos vivimos al planeta como madre y a todos sus habitantes como hermanos de camino.
Mirar al mundo como la casa de todos es ampliar la mirada y entender a la madre como un principio de vida.
Donde va tu mirada, donde va tu comprensión, donde va tu respeto.
Que este Día de la Madre no pase desapercibido para cada uno de nosotros y que podamos ampliar nuestra mirada y nuestro corazón.
Mirar más allá es comenzar a darnos cuenta que todos somos uno.