Ya casi cerrando octubre y encaminados al último bimestre del año, con una elección de medio término por delante, conviene hacer un control de daños para saber dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos hablando siempre de la economía argentina.
Mientras la dinámica mensual de los precios parece seguir su senda ascendente, la inflación de octubre parece apegarse a los tres puntos porcentuales encaminando el Índice de Precios al Consumidor al 40% en lo que va del año.
En ese sentido, todas las proyecciones de inflación sostienen niveles mensuales altos. Es lo que sucede, por ejemplo, con el relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que organiza el Banco Central y espera un crecimiento anual del nivel de precios de 48,4% durante este año.
La buena noticia es que, a partir de las aperturas dado el ritmo de vacunación contra el COVID en el país, el desempeño de las distintas actividades muestra signos de recuperación, sin embargo, la dinámica dista mucho de ser la esperada, o la necesaria para recuperar todo el terreno perdido durante estos años pandémicos y de recesión.
Al mismo tiempo, la política no deja de exhibir serios problemas de gestión que le impiden encaminar las cosas hacia una agenda de recuperación y crecimiento.
Las previsiones de crecimiento del PIB para este año aseguran una mejoría (7,5%) todavía menor a la monumental caída del año pasado (10%).
En otro orden y mucho más claramente después de las Primarias, nos queda claro la predominancia estatal en el desempeño de las cuentas fiscales para el resto del año.
En el afán por mejorar ciertos indicadores, la emisión de billetes no se detiene brindando una salida poco práctica y coyuntural a la crisis estructural, augurando nuevos problemas inflacionarios en el mediano plazo.
En lo cotidiano, las señales de mejoras en el consumo no alcanzan para recuperar el terreno perdido y la pérdida del poder adquisitivo crece a un ritmo alarmante.
El panorama hacia adelante es, cuanto menos, complejo. Requiere de medidas objetivas que todavía no se advierten en el horizonte político.