La venta de expectativas se renueva… el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, reconoció ayer que la inflación de octubre será de al menos el 3%, pero al mismo tiempo estimó que el efecto del congelamiento de precios se verá reflejado el índice de noviembre, cuando ya haya pasado la elección de medio término.
La culpa, según Feletti, es de la presión de precios que hubo en los primeros 18 días de octubre, antes de que entrara en “funcionamiento” el congelamiento de precios.
Contra la venta de expectativas se vuelven a imponer los datos duros de la realidad. En ese sentido los analistas del mercado y consultoras elevaron al 50,3% la inflación anual.
En promedio, se estima que el Índice de Precios al Consumidor de octubre llegará al 3,2%, aunque algunas consultoras estimaron que podría llegar al 3,4%, superando de esta forma el 50% interanual.
Los participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elevaron además el pronóstico de inflación para el próximo año a 48,9%, bastante por encima de la venta de expectativas oficial que prevé un 33% para todo el año (quizás convenga recordar que para 2021 el Gobierno proyectó una inflación de 29%).
Así las cosas y frente a las evidencias (inflación vs. congelamiento) parece ser que la inflación tiene mucho de fenómeno monetario, una dinámica que ahora se refleja en gran medida con la aceleración de la emisión de moneda por el contexto eleccionario.
Por eso, para tomar mejores decisiones, conviene contrarrestar la venta de expectativas, las vacías exhortaciones al optimismo, con datos duros de la realidad.