
Los hermanos del sargento Alberto Iván Ariel Larrachado (36) detenido desde el sábado 30 de octubre por el incidente en que una joven permanece internada con graves heridas en el pecho por municiones de goma provocadas por el disparo de escopeta que partió del integrante del Comando Radioeléctrico Oeste, solicitaron manifestarse abiertamente para defenderlo y apuntalar la coartada del detenido sobre un accidente provocado por la víctima.
Nicolás (24) y Natalia (38) Larrachado dialogaron con PRIMERA EDICIÓN para remarcar lo que consideran un “hecho injusto”.
Viajaron el viernes desde Montecarlo a Posadas para acompañar a Nidia (74), su madre, para que visitara al suboficial detenido en la comisaría Segunda de la avenida Tambor de Tacuarí.
Luego del encuentro, fue Nicolás quien enfatizó sobre el ataque frente a una parada de colectivos de la avenida Cabred casi Uruguay: “Mi hermano no es un preso más, no puede ser un detenido común, es un policía (…) Fueron las chicas las que forcejearon con él y ellas tocaron el gatillo de seguridad y la escopeta se disparó, fueron ellas no mi hermano”. Pero fue más directo aún y consideró: “Lo que sucedió demuestra que ya no se respeta a la policía ni a ninguna autoridad, es lamentable esto”.
En cuanto al estado emocional del sargento dijo: “El está muy mal, detenido y triste, no puede creer lo que está ocurriendo. En mi familia tampoco, es lamentable (…) El Estado abandonó a mi hermano y él pertenece a una fuerza policial, a una institución”.
“Las que provocaron el disparo están libres y mi hermano no puede ver a sus tres hijos, su esposa no puede ir a trabajar porque él sigue detenido en la comisaría Segunda y las chicas que generaron el disparo están en sus casas (…) Le imputan además la denuncia de un taxista y nosotros tenemos un video y más pruebas de que no lo atacó tampoco y le quieren hacer cargo de eso también”.
“El arma en reposo”
Natalia Larrachado también tomó la voz en el mismo sentido: “A mi hermano lo acusan, y una causa no tiene nada que ver con la otra. La del taxista hay testigos que indican que no fue mi hermano el que inició el incidente, que ninguno de los policías lo quiso golpear, ni lastimar de ninguna forma, sólo se resistía a ser detenido y provocaba. Esto que estamos viviendo es un caos, mi madre enferma, el policía detenido y las chicas libres cuando se ve muy bien que ellas forcejearon y tocaron la escopeta para que se dispare”.
Buscó ampliar su versión: “El arma la tenía en posición de reposo mi hermano y ellas se abalanzaron sobre él para intentar sacársela hasta que se escuchó el disparo”.
“Fueron dos chicas las que intervinieron, a ellas hay que investigarlas. Si no respetamos a la policía esto se va a poner cada vez peor, porque es una injusticia lo que están cometiendo, no sólo con mi hermano, ya es para todos los policías”.
También resaltó que “no se puede sostener una mentira de este tamaño, Cómo van a defender a los delincuentes y mi hermano sigue detenido”.
Lo que se investiga
La causa a cargo del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, tiene como único detenido a un sargento que prestaba servicio en el Comando Radioeléctrico Oeste de la Unidad Regional I y quien durante la madrugada del sábado 30 de octubre formaba parte de la patrulla que intervino en una pelea callejera a las 5.40 muy cerca de un local bailable frente al club Brown en Villa Urquiza.
Por el momento, se aguarda la evolución de la joven de 27 años herida por el disparo de la escopeta Browning que portaba Larrachado, para que pueda declarar ante la Justicia en el expediente que se instruye como “lesiones agravadas por condición de funcionario público”.