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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Salta anuló ayer el debate oral por la denominada “Tragedia de Rosario de la Frontera”, ocurrida durante la madrugada del lunes 14 de diciembre de 2015 cuando medio centenar de gendarmes viajaban en el colectivo a Jujuy y que cayó al cauce de un arroyo, costándole la vida a 43 efectivos, tres misioneros.
La decisión de los camaristas se produjo en la segunda audiencia de juzgamiento a cinco jefes de la fuerza federal, entre ellos un comandante oriundo de Misiones, imputados por el delito de “estrago culposo” (artículo 189 del CP con penas de hasta cinco años de prisión).
El debate, que se inició con la mayoría de las partes conectadas a una plataforma virtual, se vio interrumpido ayer con los planteos preliminares de los defensores que recurrieron por errores graves las notificaciones de la elevación a juicio y las demandas de las víctimas. Las irregularidades habrían sido groseras y notorias en la etapa de instrucción del expediente.
Los jueces Domingo José Batule (Presidente), Abel Fleming y Mario Marcelo Juárez Almaraz solicitaron tres horas de cuarto intermedio y regresaron para comunicar la suspensión del debate y que las actuaciones retornen al Juzgado Federal de Primera Instancia de la capital salteña para solucionar todos los contrapuntos y volver a elevar a juicio, medidas que no sucederán durante los días que restan de 2021.
Tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, el lunes 14 de diciembre de 2015, tres gendarmes misioneros, Orlando Díaz, de Bernardo de Irigoyen, y Elisandro Daniel Stanechuk, de Aristóbulo del Valle, e Ignacio Nicolás Giménez, de Posadas, perdieron la vida junto a 40 de sus camaradas en la mayor tragedia vial para la fuerza federal.
Casi seis años
Transcurrieron cinco años y once meses de la caída del colectivo al cauce seco del río Balboa en la localidad salteña de Rosario de la Frontera, que transportaba a efectivos hacia San Salvador de Jujuy (desde Santiago del Estero) ordenados por la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para reprimir las presuntas protestas desatadas por la detención de la militante social Milagro Sala.
El accidente se produjo a la altura del kilómetro 854 de la ruta nacional 34. Ocurrió dos horas después de haber partido el micro (domingo 13 de diciembre de 2015 a las 23) que encabezaba la caravana y desbarrancó a quince kilómetros de Rosario de la Frontera y 180 de Salta, capital.
Las 43 víctimas fatales pertenecían al Destacamento Móvil 5, al Escuadrón 59 y a la Agrupación XVII de Gendarmería Nacional en Santiago del Estero y los cinco involucrados como acusados fueron autoridades de la dependencia, tanto como jefes de logística como directos superiores en la jurisdicción mencionada.
La causa tiene como eje el estado del colectivo Mercedes Benz, principalmente las condiciones de las cubiertas al momento del siniestro.
De acuerdo a la acusación del fiscal federal Ricardo Rafael Toranzos, el ómnibus circulaba con ruedas con cubiertas “recapadas, gastadas, deformadas y necesitaban balanceo” y que no podían ser utilizadas a una velocidad superior a los 80 kilómetros por hora.
En el caso de la defensa del imputado misionero, comandante de GN, está encabezada por el penalista posadeño Hugo Daniel Zapana.
Para Toranzos -en su requerimiento de elevación a juicio- el siniestro “no fue una fatalidad. Existió una acción de causa y efecto (…) Cada gendarme subió al ómnibus movido por su vocación de servicio desinteresado, sabía que arriesgaba su vida en cada misión, pero nunca se imaginó que su final llegaría por la desidia profesional, de quienes se acostumbraron a cumplir la orden a pesar de poner en juego la vida de sus camaradas, imaginando irresponsablemente sólo consecuencias no graves”.