El traslado de los órganos de Diego Maradona tuvo componentes novelescos. De una serie de acción. El 1 de diciembre de 2020 a las 9 de la mañana, seis días después de la muerte del astro, las muestras de hígado, riñón, tarjetas de FTA (ADN) y el corazón entero, que habían sido extraídas en la autopsia, fueron trasladadas a La Plata para ser estudiadas y puestas en conservación.
Poco se supo de un operativo que involucró a Inteligencia Criminal, Policía Científica, Bomberos y más de 50 efectivos de la Bonaerense que fue montado para evitar el posible secuestro del corazón por parte de la barra brava de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Maradona fue enterrado sin su corazón, que pasó a ser el símbolo más preciado de Diego en la Tierra para los fanáticos.
“Cuando llegué a la morgue, estaba en el puente bajo nivel de la calle Avellaneda y allí estaba la barra de Tigre. En el estacionamiento del Hospital de San Fernando estaba la barra de Gimnasia”, contó a TN un testigo directo.
Un megaoperativo para evitar el “rescate” del corazón de Maradona
La Banda de Fierro 22, como se la conoce popularmente, había causado desmanes en el velatorio del ídolo en Casa Rosada el 26 de noviembre. Y, según un dato que manejaba en ese entonces Inteligencia Criminal y que trasladaría a la Policía y a los fiscales, existía la intención de “rescatar” el corazón de Maradona. Y jugaban de local: el megaoperativo policial de custodia de los órganos de Maradona se había dispuesto en el Bosque platense, muy cerca del estadio de Gimnasia.
Era el día de la apertura de las muestras. El destino era el Departamento de Medicina Legal de la Provincia de Buenos Aires. Cuentan autoridades que iban dentro de los vehículos donde se trasladaban los órganos que en el marco de esa diligencia llamó uno de los encargados del operativo. “Nos preguntaron si queríamos que nos fueran a buscar a la autopista, porque tenían información de que la barra de Gimnasia quería, a sabiendas de que iba a estar el corazón de Maradona, hacer algo”.
“Esa era la versión. Nos cortaron la comunicación con un prestigiosísimo cardiólogo con el cual íbamos hablando para preguntarnos por dónde veníamos, porque había un operativo gigante. Cuando llegamos, había gente extraña en el lugar”, recordaron las fuentes al reconstruir ese momento.
El corazón debía ser peritado por anatomopatología forense. Había sido extraído completamente del cuerpo de Diego. Y se convertiría en una de las materias de controversia de la Junta Médica que se formó meses después para investigar las circunstancias de la muerte en la causa por homicidio culposo.
La custodia fue exitosa, pero hubo tensiones hasta el último momento. El megaoperativo, según cuentan quienes estaban allí, era intimidatorio para quienes quisieran interrumpirlo y robar lo que quedaba de Maradona. Y la compleja misión sería exitosa.
Dos décadas investigando el corazón de Diego
El corazón de Diego Armando Maradona fue materia de análisis durante más de 20 años. Estuvo al límite en distintas ocasiones en los dos últimos decenios de su vida y muchos creen que luego del episodio de Punta del Este, en los festejos y excesos del nuevo milenio, Maradona volvió a nacer.
En aquel entonces, en estudios posteriores, ya en Buenos Aires, se le detectaría una miocardiopatía dilatada de origen tóxico -a partir del consumo de cocaína y alcohol- parcialmente reversible.
Los médicos hablan de un paciente al borde de la muerte y del “milagro” de que volviera a vivir. 20 años después del episodio más crítico de su vida, su corazón dijo basta: murió por una insuficiencia cardíaca y edema agudo de pulmón. Pese a su condición, no recibía medicación específica para el corazón.
Actualmente, su corazón se encuentra conservado en un frasco en formol en el laboratorio de Anatomía Patológica de la Superintendencia de Policía Científica en La Plata.
Fuente: tn.com.ar.