Con el antecedente aún fresco de los incendios registrados en la provincia durante el 2020, la Secretaría de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ecología dio a conocer el resultado de los estudios realizados donde se determinó, entre otros datos, la evolución de los focos de incendios desde el año 2015 hasta fin del 2020, donde se puede observar un crecimiento que orilla el 150%, siendo en particular la utilización del “rozado”, como cuestión productiva, en el mes de agosto, como el principal causante.
El subsecretario de Ordenamiento Territorial, Martín Recamán, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “por un lado lo sucedido por el año pasado posterior a los incendios, transcurrido la etapa de combate y situación crítica que estábamos de peligrosidad, implicó un análisis de los datos, cuáles habían sido los focos de incendios, aplicar los sistemas de información geográfica a los análisis de los otros incendios ocurridos en el 2020 y cómo se venían sucediendo año a año en nuestra provincia”.
Agregó que “por lo tanto nosotros empezamos a hacer un análisis de datos con relación a los focos de incendio en nuestra provincia como para empezar a abordar la temática y ver qué acciones realizar a partir de eso“.
“En ese sentido se tuvieron los datos de 2015 a 2020 de los focos de calor en nuestra provincia, la cantidad. Así obtuvimos que en 2015 teníamos 926 focos de calor en Misiones tomando los meses de calor que es el segmento de agosto a enero“.
“Después fuimos evaluando eso en los siguientes años hasta el 2020. En ese transcurso de 2016 a 2019 hay una meseta que ronda entre los 1.500 y 1.700 puntos de calor”, explicó.
De agosto a enero
Recamán siguió detallando que “en el año 2020 tuvimos 2.300 focos o puntos de calor de agosto a enero, lo que representa un aumento que se sitúa entre el 26 y 30%, por lo que tuvimos un récord de focos de calor (incendios) en el año 2020, muy particular”.
Después de eso continuaron con los estudios y se focalizaron en lo que fue el año pasado y “visualizamos cómo estaban distribuidos esos focos de calor durante ese período y evaluamos que en el mes de agosto hubo 757 de los 2.300 focos, es decir el 33% del total se dio en ese mes y eso está muy vinculado a la cuestión productiva. Eso nos permite afirmar que la cuestión productiva, con el famoso ‘rozado’ es una de las principales causantes de nuestros focos de incendios”.
El funcionario puntualizó que “todos estos datos nos permitieron empezar a realizar un análisis más científico con el fin de tomar acciones. También vimos cómo estaban distribuidos esos focos de calor en esos años, donde se concentraban y si bien variaban la concentración estaba dada en determinados sectores, así hubo mayores focos de calor en el noreste de la provincia en lugares como Pozo Azul, San Pedro, San Vicente y El Soberbio, que también están muy vinculados a las cuestiones productivas”.
Dijo que “analizamos cuáles eran las áreas de reservas naturales protegidas donde había mayores puntos, determinando a Piñalito como uno con mayor riesgo por la cantidad de focos alrededor, Guarambocá, Urugua-í, Papel Misionero, que son los que tenían más focos de calor alrededor suyo, la cercanía“.
“Después nos centramos en las rutas y el 40% de los focos de calor están cercanos a las rutas y se estableció cuáles son los tramos donde están más concentrados. Eso nos permitió determinar qué acciones tomar con cada uno de los actores que intervienen como el caso de Vialidad Provincial que, entre otras cosas, está trabajando en la colocación de cartelería de prevención y prohibición”, continuó.
Sobre las acciones que llevaron adelante, Recamán contó que “fueron tener reuniones con cada uno de los agentes vinculados al combate del fuego, por un lado los consorcios que son muy importantes de las empresas que están al norte de la provincia sobre ruta 12 para ver qué equipamiento tienen disponibles y con cuáles contarán para este verano”.
Agregó que “también con los bomberos voluntarios y de la Policía, con quienes teníamos diálogo pero se intensificó más a partir de lo sucedido el año pasado. Por último nos reunimos en tres oportunidades, en distintos puntos de la provincia, con los guardaparques de las diferentes reservas para ver qué equipamiento tenían, que necesitaban y se los equipó adecuadamente”.
Barrera Ambiental
“Estamos trabajando en un proyecto que busca garantizar una protección mayor de las Áreas Naturales Protegidas y al cual lo denominamos Barrera Ambiental”, adelantó el subsecretario de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ecología, Martín Recamán.
Detalló que “lo que busca es trabajar sobre la faja de 2 kilómetros de los perímetros de las reservas, sería como general un anillo alrededor de las mismas. Hemos dejado de lado las reservas privadas en esta primera instancia y estamos trabajando sobre 51 áreas naturales protegidas que son las provinciales, nacionales y en el caso de Campo San Juan que es compartida entre la Nación y la Provincia”.
Puntualizó que “buscamos avanzar en diferentes estrategias que nos garanticen un menor riesgo con relación a los incendios. Si tenemos ese perímetro podremos generar diferentes acciones”.