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El barrio Santa Helena de Garupá tiene alrededor de 1.500 viviendas y la gran mayoría de sus habitantes se mueve en el servicio de transporte público de pasajeros, cuyas rutas son manejadas exclusivamente por el Grupo Z. Cada día, según cuentan, se convierte en una odisea llegar desde sus casas a los lugares de estudio, de trabajo o donde tengan que ir.
La empresa que monopoliza el servicio no pone la cantidad suficiente de unidades de transporte y ocurren dos cosas, casi todos los días: los que logran subirse al colectivo van “abarrotados como sardinas o como ganado”; y los que no logran subir deben esperar al próximo y llegan tarde, además que también viajan apretados.
El miércoles, después de muchos reclamos, hubo dos representantes del Grupo Z que se acercaron a escuchar las demandas. También estuvieron tres concejales presentes en la reunión, donde algunos vecinos les presentaron sus necesidades. Pasaron dos días y el viernes el Grupo Z respondió con un cronograma de frecuencias que no brinda ninguna solución y es prácticamente lo mismo que venía funcionando: deficiente.
Paola Fernández, afincada en Santa Helena, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que al encuentro “vino un inspector y dos representantes de la empresa, le contamos nuestro problema y nos dijeron que iban a evaluar. El principal problema es la falta de frecuencias”.
“La línea termina a las 22 y no hay más servicio a Santa Helena. Algunos caminan 25 cuadras para tomar los colectivos que pasan por la ruta 105. Los domingos tenemos cada hora”, se quejó.
Fernández dijo que el viernes “nos mandaron la resolución de nuevos horarios y quedó lo mismo. La reunión fue en vano. Vamos a seguir juntando firmas porque fue un amague para que quedemos tranquilos. No descartamos cortar la ruta porque no nos queda otra”.
“El pedido concreto que hicimos fue aumentar las frecuencias, porque tenemos que salir dos horas antes de nuestra casa para llegar a donde tenemos que ir”, recordó.
Agregó que “los colectivos van llenísimos siempre. Desde que hicimos la reunión hay un inspector a la entrada del barrio contando la gente en el colectivo”.
Y también contó que “hay veces que los colectivos que salen a las 5.30 de la mañana de ‘La Isla’ no paran en el barrio porque ya vienen llenos. Dicen que hay cada 20 minutos y es mentira”. La Isla se le llama al barrio que está detrás de Santa Helena.
La única modificación que hicieron, relató la vecina, es que “supuestamente volverá a entrar un colectivo a las 22.30, ese viene directo del centro y luego va a Santa Inés. Pero los domingos vienen cada hora y la gente tiene que esperar sin paradas, solamente un techito que no protege nada”.
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Por su parte, el concejal radical Gustavo Ernst sostuvo a este Diario que “nosotros participamos de la reunión, y ayudamos a los vecinos a confeccionar planillas para juntar firmas y los vamos a apoyar”.
“El problema es la falta de frecuencias entre semana y los domingos. La empresa se acercó, estuvimos tres concejales acompañando el planteo, la empresa se comprometió a resolver, aparentemente resolvieron una parte, pero los vecinos van a seguir reclamando porque no están de acuerdo con la frecuencia de cada una hora”.
“El gran problema es que los colectivos salen muy llenos, pusieron un refuerzo y no está dando abasto”, relató Ernst. Y culminó: “Da la sensación de que siempre vienen atrás del problema. Los vecinos tardan en reaccionar y la empresa tarda más todavía en dar soluciones”.
“Pareciera que no andan muy bien en su atención a los reclamos del público, de los clientes”, finalizó.
Fondos millonarios
Cabe recordar que mediante la Resolución 224/2021, publicada en julio pasado, el Ministerio de Transporte oficializó el reparto de subsidios para las empresas fuera del AMBA por $375.654.920,09, correspondientes al Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por Automotor Urbano del Interior del País, y al Fondo COVID de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por Automotor Urbano y Suburbano del Interior del país.
A Misiones le tocaron $17.667.845,08. Además, en los números de la mencionada resolución se pudo observar un claro beneficiario: el Grupo Z y sus empresas, destinatarios de unos 12 millones de pesos; dejando 5,5 millones a repartir entre otras más de 20 firmas que prestan servicios urbanos, interurbanos e interjurisdicción en toda la provincia.