Casi el 40% de los hogares argentinos vio reducido su ingreso con la pandemia y un 20% tiene problemas para alimentarse, según un informe presentado ayer por el Banco Mundial (BM).
No obstante, el trabajo difundido en Washington advierte que un 40% de los hogares argentinos recibieron durante la pandemia una ayuda del Gobierno (regular o de emergencia), un poco menos que el promedio de la región (48%).
“Si bien el empleo se ha recuperado respecto del año pasado en la región, la calidad de los trabajos se ha deteriorado porque la informalidad creció por la pandemia”, indica el informe.
Sostiene que las horas trabajadas se mantienen por debajo de los niveles previos a la pandemia, y más de la mitad de los encuestados informan que sus ingresos laborales no se han recuperado por completo.
En el caso de Argentina, un 24% de la población argentina que estaba empleada antes de la pandemia hoy está desempleada o dejó el mercado laboral, advierte el informe.
“Es especialmente preocupante que la calidad del empleo haya empeorado principalmente entre los grupos vulnerables: las mujeres, los ancianos y los trabajadores menos educados”, advierte el Banco.
El estudio indica que cerca de un 40% de los hogares argentinos han experimentado una reducción de sus ingresos desde la pandemia.
Según el trabajo del BM, durante la pandemia la “inseguridad alimentaria” casi se duplicó en la región.
“Eso significa que, si tienen acceso a alimentos, no están seguros de poder tener un plato en la mesa todos los días. Los países con mayor desigualdad y pobreza experimentaron un mayor shock en términos de inseguridad alimentaria”, indicó el informe.
Los números del Banco Mundial muestran que cerca de un 20% de los hogares argentinos tienen problemas para comer (antes de la pandemia era un 10%), mientras que el país que tiene mayores dificultades en la región es Haití.
El estudio del BM señala que la participación en alguna forma de actividad educativa en la región está doce puntos porcentuales por debajo de la tasa de asistencia antes de la pandemia.
Además, el nivel y el tipo de compromiso varían sustancialmente entre los países y dentro de ellos.
Los niveles más bajos de participación se observan en Guatemala, Guyana y Belice, con sólo dos tercios de los niños en edad escolar que participan en alguna forma de educación.
En la Argentina esa tasa es de 67%, similar al promedio de la región (cerca de un 20% lo hace en forma presencial).
Según el informe, la pandemia en la Argentina incrementó el uso de herramientas digitales y bancos online un 40%, lo que representó uno de los mayores promedios de la región.
Más leña al fuego
Para algunos podría ser previsible -una cuestión de estacionalidad ante cada fin de año- pero el hecho económico y político detrás genera una preocupación adicional. De acuerdo a distintos relevamientos, los precios de los alimentos volvieron a acelerarse la última semana, lo que advierte sobre una inflación muy difícil de parar en un contexto de fragilidad económica y corrida cambiaria.
A esta altura, parece claro que los acuerdos de precios no alcanzan para marcar una referencia para el resto de los productos que quedan fuera de esos programas.
De acuerdo al último relevamiento de la consultora LCG -una de las que toman el pulso de los precios- indicó que hubo una aceleración de la inflación durante la última semana.
En promedio, la suba semanal registrada fue del 1,8%, lo que marca un alza de un punto respecto de la semana previa, que había sido del 0,8%.