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En lo que va del año, el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga diagnosticó y trató a 180 pacientes con lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino y tienen una lista de espera de 90 pacientes que serán operadas en las próximas semanas.
“Todas tuvieron buenos resultados porque pudimos detectar las lesiones en el momento ideal”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el médico ginecólogo del Hospital, Juan José Carmona.
Cirugías radicales
En el 2021 también hicieron cerca de 40 cirugías radicales debido a lesiones más avanzadas de cánceres. “Son intervenciones de cinco horas en las que se saca el útero, ovario, ganglios de la pelvis, una parte de la vagina y los ligamentos del útero”, explicó y agregó que antes que finalice el año realizarán cinco procedimientos más de este tipo.
También “tuvimos pacientes con un cáncer tan avanzado que no eran aptas para cirugía. Las derivamos al Instituto Misionero del Cáncer (IMC) para hacer radioterapia que no es tan invasivo y tiene menos mortalidad y morbilidad que la cirugía”, mencionó. “Obvio que el pronóstico se ensombrece un poco en este tipo de casos. Suelen ser pacientes que nunca se hicieron un control ginecológico”, agregó.
Por todo ello, Carmona resaltó la importancia del trabajo de prevención y destacó las tareas que vienen realizando junto al IMC para informar sobre la importancia del diagnóstico temprano. “Hacer un diagnóstico temprano, implica que el paciente con una cirugía mínima no mutilante, pueda curarse”, destacó.
¿Qué es el VPH?
El VPH es “un virus de transmisión sexual que tiene distintas maneras de presentarse”, dijo. En este sentido, explicó que “existen dos grandes grupos que serían los carcinogénicos (generan cáncer) y los virus que no son carcinogénicos”. Los VPH “no sólo son generadores de cáncer de cuello de útero, sino de vagina y vulva en la mujer, así como de pene en hombres y de ano y laringe en hombres y mujeres. Sin embargo, el más frecuente es el de cuello uterino ya que es un lugar donde hay mayor proliferación celular”.
En los cánceres de cuello de útero, que es el más estudiado, “el VPH está presente en el 99,99% de los casos, lo que lleva a establecer que es un elemento necesario en la producción de cáncer de cuello de útero, ayudado por una serie de cofactores como traumatismo por parto y fricciones en las relaciones sexuales, entre otros”, dijo.
Diagnóstico temprano
A pesar de que se considera que hasta un 70% de la población mundial está infectada por el virus del VPH, “el 80% de las personas infectadas son capaces de eliminarlo a lo largo de los años sin desarrollar cáncer”, aseguró Carmona.
Al respecto, el profesional insistió en la importancia de la detección temprana ya que “si una mujer tiene una lesión precancerosa y no asiste a la consulta ginecológica o se realiza el test VPH, tiene muchas posibilidades de que años más tarde esa lesión se convierta en cáncer”.
En estos últimos años “hemos incrementado muchísimo el diagnóstico temprano de esta patología”. Y en este punto, destacó el rol fundamental del test de VPH que “es lo más exacto que tenemos para el diagnóstico temprano de cáncer de cuello de útero. Es una técnica que tiene una altísima sensibilidad para el diagnóstico y un valor predictivo negativo de hasta cinco años”.
No obstante, aclaró que el test “sólo se hace en mujeres mayores de 30 años porque quienes son menores tienen un estado inmunológico muy potente, entonces la entrada del virus del VPH al organismo suele comportarse como una infección transitoria. Es decir, es una infección que a pesar de que hoy esté presente, probablemente al año desaparezca porque el organismo se encargó de eliminarlo”. Por ello, no aconsejó testearse antes de los 30 años porque “su positividad puede ser transitoria y puede recibir un tratamiento innecesario”.
Sin embargo, aclaró que “la mujer debe seguir controlándose y si la lesión provocada por el virus persiste por más de dos años, ahí sí se aconseja que la menor de 30 años se haga el test y reciba el tratamiento”.
Cáncer en hombres por VPH
A pesar de que el cáncer por lesiones del virus VPH son más frecuentes en mujeres, los hombres también pueden tener cáncer de ano, laringe o pene. En estos casos “cuando el paciente viene con esta patología, le sugerimos que se haga un examen con el urólogo para ver si son portadores del virus. Cuando hay alguna sospecha de cáncer de ano, también solicitamos la colaboración de los médicos cirujanos que hacen colonproctología”. El cáncer de laringe es el menos frecuente y “generalmente sucede por el coito oral”.
De los 198 subtipos del virus, sólo 15 son cancerígenos
El virus VPH tiene varios subtipos que corresponden a las mutaciones. A día de hoy se habla de 198 tipos de virus que caracterizan por su capacidad de producir lesiones proliferativas en piel y mucosas.
Para poder identificar cada subtipo, “a cada uno se le pone un número y generalmente dentro de esos números hay algunos que son altamente carcinógenos, otros que son moderadamente carcinogénicos y otro grupo grande de no carcinogénicos”, explicó Carmona.
Así, mencionó que “hay 15 tipos de VPH que son cancerígenos pero los dos más importantes son el virus 16 y 18 que están en el 99% de los casos de cuello de útero. En el otro extremo, los virus 6 y 11 que no son cancerígenos, pero sí producen verrugas genitales”.
Para hacer frente al virus, “hay una vacuna bivalente (tiene los virus 16 y 18), la tetravalente (tiene el virus 16, 18 y el subtipo 6 y 11) y en nuestro país fue aprobada hace más de un año la vacuna nonavalente (para nueve subtipos de virus) pero todavía no se está comercializando por cuestiones administrativas”, mencionó.
Actualmente, la vacuna que rige en el Calendario Nacional de Vacunación y es gratuita y obligatoria para niñas y niños de 11 a 12 años, es la bivalente.