
El juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, debió postergar ayer la audiencia indagatoria al joven de 26 años sospechado por “abuso sexual y tentativa de femicidio” por complicaciones en la red de electricidad del edificio judicial de la avenida Uruguay y calle Pedro Méndez. La citación no obstante al detenido se concretó para que notifique su abogado defensor.
El incidente con la luz se originó pasadas las 12.30 y hubo temor porque la tensión eléctrica subía y bajaba drásticamente lo que puso en riesgo la seguridad de los sistemas informáticos de la dependencia judicial en el barrio Palomar.
Pasadas las 13, se le comunicó al detenido de la postergación por 24 horas de la audiencia y regresó a la celda de la seccional Segunda en avenida Tambor de Tacuarí, donde es vigilado con intensidad por temor a que atente contra su vida.
El hecho por el que se lo investiga se registró el domingo a las 5.10 cuando vecinos de la víctima llamaron a la policía por los ruidos extraños en el departamento de alquiler, ubicado sobre la avenida Lavalle casi Centenario, barrio Tajamar. Los efectivos reanimaron a la joven porque no respiraba. Las maniobras de RCP le salvaron la vida.
Los uniformados que acudieron al procedimiento “código rojo” (utilizado en casos de violencia familiar, de género y delitos contra la integridad sexual, sorprendieron al sospechoso en pleno acto y con la mujer casi sin signos vitales.
Fuentes revelaron a PRIMERA EDICIÓN que cuando la policía fue convocada por un episodio de violencia, tocaron a la puerta varias veces sin que nadie los atendiera. Probaron el picaporte y la puerta no estaba cerrada con llave. Ante la contingencia ingresaron y encontraron a un joven semidesnudo encima de la víctima. Lo apartaron y observaron que la joven estaba atada y amordazada con una cinta en la cabeza, la cual le tapaba la boca y las fosas nasales, impidiéndole respirar, además de presentar golpes en la cara. El rostro denotaba signos de asfixia y tras chequear sus signos vitales éstos ya estaban muy débiles. Le realizaron el RCP y lograron recobrar las funciones vitales.
Luego procedieron a detener al presunto agresor y trasladaron al Hospital Madariaga a la joven estudiante quien en su declaración aseguró que no conocía al joven y tampoco de qué modo ingresó al edificio para cometer el grave delito.