
El perro rescatado en total estado de abandono por la Protectora Patitas Felices de Oberá, debió ser sacrificado. Su salud se había deteriorado tanto que a pesar de todo el esfuerzo que se hizo no se pudo recuperar.
“Ayer (martes) se nos fue Flaco. El daño que recibió por parte de su dueño Javier F. fue irreversible. El moquillo que lo afectaba destrozó la membrana de su cerebro, imposible de regenerar. ‘Están intentando revivir un sistema nervioso que está muerto’, nos dijo otra veterinaria donde lo llevamos a empezar un tratamiento diferente”, contó la voluntaria que se hizo cargo del caso.
“Además de la parálisis que le produjo esta enfermedad, la desnutrición en su cuerpo era prolongada, heridas, golpes, sus riñones no funcionaban, hubo días que tuvo sonda hasta que colapsaron”, agregó.
El domingo 5 de diciembre había sido rescatado, luego de estar días agonizando. “Nosotros creímos desde nuestro sentimiento y la esperanza de que se recupere, que todos los avances que tuvo como levantar su cabecita y lograr comer eran signos de recuperación, pero no, era el uso de lo último que le quedaba de fuerzas. La semana pasada decayó, no quería comer más, empezamos de nuevo con la jeringa, pero estaba triste, ya no quería que le toques, solo dormía, con su mirada distante y perdida”, comentó con tristeza la joven protectora.
“Lo recordaremos siempre con la última foto, porque así se nos fue nuestro flaquito. En paz y sin dolor, recibió muchísimo amor, cuidados, subió de peso, cambió hasta su pelaje, el veterinario iba incluso en horarios no laborales a atenderlo, una verdadera vocación, admirable, para destacar. No pudo haber caído en mejores manos que las de él. Gracias a la veterinaria Tarova por todo el acompañamiento“.
“También a las personas que a través de nuestras publicaciones por las redes sociales nos acompañaron, sus aportes económicos fueron de gran ayuda para saldar la cuenta, ya que estuvo 16 días, en total, internado. Lo despedimos y deja en nosotros una marca, sin duda, un dolor, uno grande, por no haber podido hacer más por él, pero con el alma aliviada de que hoy él descansa en paz”, remarcó.
El hecho fue denunciado y la Protectora, como la comunidad, espera que se haga justicia. “Esperamos que la Justicia actúe, porque hay una ley penal contra el maltrato animal y se debe tomar cartas en el asunto. La denuncia fue hecha y está en manos del juzgado, estamos asesoradas por abogados, esto no puede quedar así. Queremos justicia. El caso fue grave y así los hay todos los días y la pregunta es hasta cuándo vamos a seguir así“.
“Este caso tiene que servir de algo, que la gente reflexione y respete la vida de los animales. Pedimos que castren a sus mascotas. Que dejen de ser cómplices como lo fueron todos los vecinos que viven donde antes estaba flaco, Barrio Kleiven. Que se involucren, que pidan ayuda porque hoy fue él, mañana es tu vecino, tu amigo, tu familia”, insistió.
“Pedimos al municipio que se involucre, que pongan multas y que las hagan cumplir, que se cumpla la ley, que las autoridades competentes nos ayuden porque si no contamos con su ayuda, nada podemos hacer. Las protectoras estamos solas en esto, el Estado es ausente así como también cómplice de la sobrepoblación animal que hay, no sólo en Oberá, en toda la provincia”, subrayó.