Gertrudis Renate Waidelich. Autora – compiladora.
Lic. en Historia con Orientación en Ciencias Sociales.
Miembro de Agrupación Fundadores de Montecarlo.
Organizados por localidades, en pequeños grupos o asociaciones, los agricultores misioneros que producen verduras, frutas, carnes, lácteos, miel, y elaboran panificados, embutidos o envasados (mermeladas, dulces, licores, pickles, vinagres y escabeches), encuentran en las ferias una forma de comercializar lo mejor de sus chacras, de forma fresca, económica y directa del campo.
Las ferias francas de Misiones surgieron en 1995, a partir de una iniciativa del Movimiento Agrario Misionero (MAM) en un período en el que el agro de Misiones se encontraba en crisis. Esta situación llevó a organizar nuevas estrategias para tener vigencia, y a la vez, para seguir dando una alternativa al productor misionero.
La crisis de los 90 dejó a muchos pequeños productores sin sus principales fuentes de ingreso: tanto el precio del té como el de la yerba mate no alcanzaban como para ser el sostén de las familias, y el cultivo de algodón se había prohibido en la provincia por cuestiones sanitarias. Ese contexto obligó a pensar en una nueva propuesta para evitar el éxodo rural de muchas familias de pequeños colonos.
La primera feria se asentó en la ciudad de Oberá, con siete productores integrantes del MAM vinculados al programa Cambio Rural, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); el Programa Social Agropecuario, junto al acompañamiento de la Iglesia Católica, entre otras organizaciones sociales.
El impulso para la creación de la primera feria fue un viaje a la localidad brasileña de Santa Rosa, en Río Grande do Sul, donde los productores y dirigentes del MAM apreciaron en forma directa la modalidad de trabajo de la feria franca. A su regreso, y gracias a un importante apoyo de la Municipalidad de Oberá para llevar a cabo esta iniciativa, comenzó a funcionar la primera feria, experiencia que luego se fue replicando en otros municipios del interior de Misiones. Es así que un fenómeno iniciado en 1995 en la Capital del Monte, a la vera de la ruta nacional 14, se replicó como modelo, luego, en 58 puntos de venta de toda la provincia, constituyéndose en una fuente de trabajo para más de 1.200 familias productoras.
Luego, en septiembre de 1998, el entonces intendente de Posadas, Carlos Rovira, dio el visto bueno para que las ferias francas se instalaran en la capital provincial, con el compromiso que en cada una de ellas trabajaran productores urbanos y periurbanos. La primera feria franca de Posadas se instaló en el populoso barrio de Villa Cabello, y actualmente Posadas cuenta con 14 puestos de venta en distintos barrios.
A pesar de comprender sólo al 10% de los más de 25 mil pequeños productores provinciales, las ferias francas representan un ejemplo de reconversión económica en la región, que en los últimos tiempos extendió su modelo a otras provincias de la República Argentina.
Las ferias francas representan un estilo de vida. Surgieron hace más de veinte años con una docena de productos, pero que en la actualidad alcanzan más de 100 variedades de alimentos producidos en las chacras, apuntando a la inserción de tecnologías para la mejora en los cultivos. Sin lugar a dudas, las ferias francas de Misiones recortan la brecha entre productores y consumidores. Organizados por localidades, en pequeños grupos o asociaciones, los agricultores misioneros que producen verduras, frutas, carnes, lácteos, miel, y elaboran panificados, embutidos o envasados (mermeladas, dulces, licores, pickles, vinagres y escabeches), encuentran en las ferias una forma de comercializar lo mejor de sus chacras, de forma fresca, económica y directa del campo.
En la actualidad, y desde la concepción de muchos referentes vinculados a las actividades de las ferias francas, éstas garantizan la soberanía alimentaria; un modelo de economía social que posibilita una alternativa diferenciada para la producción y comercialización de los productos de la agricultura familiar.
En más de veinte años, las ferias francas de Misiones recorrieron un largo camino, alcanzando más de 600 puntos de venta en Argentina. En todos esos años, las ferias francas permitieron a los agricultores familiares diversificar su producción y contar con mayor flexibilidad para no restringir la venta de su producción a un sistema que especula con los precios de los alimentos.
El dirigente Eugenio Kasalaba había manifestado que “la feria marcó un comienzo y demostró que se puede vivir en la chacra. No comenzó gracias a la crisis, sino porque necesitábamos permanecer aquí. Gracias a la agricultura familiar la gente se queda en la chacra, la feria mostró la cara del producto a la gente que lo consume”.
Su par Vilmar Müller, en tanto, manifestó que “la ferias asisten a un escenario con otros desafíos que tienen que ver con alcanzar un mayor volumen de producción, incorporar la mecanización y la salud e higiene en la manipulación de alimentos, para avanzar en más conquistas para nuestros productores. Hoy las ferias no sólo tienen importancia económica, sino también cultural y política”.
Montecarlo, la niña bonita
A inicios de 1997, por decisión de la Juventud Agraria Cooperativista, bajo la coordinación de Guillermo Aicheler, nace la iniciativa de buscar nuevos proyectos, alternativas, para los productores que aún se resistían al éxodo rural de Montecarlo y colonias vecinas. No fueron pocas las reuniones en la sede de la Juventud Cooperativista y en el Club Gimnasia de Guatambú, donde tenían lugar debates y propuestas interesantes de lo que debería ser la futura feria, analizando también las posibles cuestiones positivas como negativas del emprendimiento. El objetivo era la producción de alimentos sanos para el consumo interno familiar como para la comunidad a la que se le comercializarían sus productos.
Con esas ganas de concretar el sueño de conformación de la Feria Franca en Montecarlo, se decidió realizar visitas a ferias ya constituidas tales como la de Aristóbulo del Valle, Eldorado y Puerto Rico, contando con el apoyo de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo. Una vez concretadas las visitas, se procedió a la interiorización y conocimiento de estatutos de otras instituciones y ordenanzas municipales con la finalidad de bosquejar y analizar su posible funcionamiento como pasos previos. Cuando se estuvo en condiciones de redactar el propio estatuto, fue llevado a cabo por Aicheler y Emilio Ritter. El Consejo Deliberante de Montecarlo fue el ente que se encargó de los aspectos legales como la ordenanza N°09/98, del 4 de junio de 1998.
La Feria Franca de Montecarlo registra los inicios de comercialización de sus productos desde el 13 de junio de 1998. El primer lugar de venta se ubicaba sobre la avenida El Libertador y calle Córdoba, en una galería abierta, conocida en ese entonces como el llamado alero de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo Limitada, espacio cedido por dicha institución para que los pequeños productores pudieran dar inicio a su actividad de venta de productos de la chacra.
En esa fecha tuvo lugar la inauguración de la Feria Franca de Montecarlo, evento en el que se hizo presente el entonces coordinador del PSA, Roberto “Coya” Cametti -fallecido en 1998-, quien la denominó “la niña bonita”, porque representaba la feria franca número 15 creada en Misiones. Este espacio comenzó como un sueño de pequeños colonos. En sus inicios, se conformaba con la participación de entre 12 y 13 que, sin lugar a dudas, dieron los pasos iniciales en el proceso, y fueron creciendo y consolidándose como familia de productores. En su mayoría fueron mujeres de la zona rural de Montecarlo. La primera presidenta electa fue Verónica Hermann de Aicheler.
Esto último da cuenta del papel importante que juegan las mujeres, no sólo en los emprendimientos productivos, sino también en el trabajo de la chacra. Año tras año se fueron sumando más productores en la búsqueda de mejorar su calidad de vida. En la actualidad ofrecen variedades de productos frescos de la chacra y de elaboración casera y artesanal todos los miércoles y sábados en la ciudad de Montecarlo, abierta a todo el público, prevaleciendo la fidelidad de sus clientes.
La iniciativa de constitución de la Feria Franca de Montecarlo fue acompañada por diversas instituciones, tanto de la localidad como de instancias provinciales. Corresponde mencionar a la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo Limitada, al INTA Montecarlo, Grupo Cambio Rural, PSA, y Municipalidad de Montecarlo.
Andando caminos, la Feria Franca de Montecarlo continúa en su proceso de extensión de lazos, construcción y fortalecimiento de vínculos con instituciones. Un claro ejemplo de ello fue su asociación, en 1999, con apoyo del PSA, a la Asociación de Interferias, lo que permitió a los feriantes fortalecer e incrementar su producción.
Debido a que la galería de venta en el alero de la Cooperativa estaba quedando chica, hacia el 2000 comenzó a gestarse un nuevo sueño. La Cooperativa Agrícola Mixta cedió un espacio físico en calidad de comodato. Acompañaron también este proceso, la empresa Ranger; los Bomberos Voluntarios de Montecarlo, bajo la presidencia de Valdemar Laumann; Municipalidad de Montecarlo; IFAI y amigos. Entre 2001 y 2003 se inició la construcción de un local más amplio. El 5 de marzo de 2005, la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, renovó el comodato hasta marzo del 2008. El sábado 12 de marzo de 2005, tuvo lugar la inauguración del segundo local, lugar de venta de la Feria Franca de Montecarlo. El acto contó con la presencia de autoridades; de las 25 familias productoras miembros de la feria hasta ese momento, además de vecinos de la localidad. Por la noche, la feria ofertó una cena show con la actuación de Continental para festejar tan importante acontecimiento.
Rubén Bischoff sostuvo que “los sueños siguieron, las ganas de crecer y producir más, el querer marcar una pequeña diferencia en la sociedad y decir nosotros somos pequeños grandes productores, con el lema de la chacra a la mesa; y así fuimos creciendo con un nuevo local. Y desde este pequeño local, pero todos de gran corazón, producimos con nuestras manos, para todo Montecarlo, productos frescos y sanos”.
Luego de años de trabajo, la feria franca pudo inaugurar su nuevo predio de venta, terreno ubicado junto al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Montecarlo. La concreción de este nuevo espacio para los feriantes fue, sin duda alguna, el resultado de esfuerzos compartidos por años, asistiendo en distintos eventos locales como provinciales para la recaudación de fondos. Así, por ejemplo, participaron de la VII Fiesta Provincial de las Ferias Francas; encuentros deportivos; stand permanente durante la Fiesta del Ganadero y del Ternero; venta de rifas. De las más de 25 familias que integran la feria franca, se invirtieron 30 mil pesos para la construcción del predio.
Ana Krauss había señalado: “Estamos más que contentos porque el lugar anterior era chico. Así que optamos por comenzar hace unos días, antes de inaugurar para ir ambientándonos”.
La Feria Franca de Montecarlo se encuentra entre uno de los lugares elegidos por los turistas que se acercan a la localidad para conocer y recorrer, aprovechando de llevar un producto casero y artesanal a sus lugares y a sus seres queridos. También los vecinos de la localidad visitan a los feriantes los miércoles y sábados para degustar pastas caseras, productos lácteos, frutas, verduras, pollo casero, huevos, cuyos productos son muy demandados por los consumidores finales.
La Feria Franca de Montecarlo registra una participación considerable de mujeres productoras, emprendedoras que, desde el trabajo diario de sus casas y las chacras, se animan a ofertar sus productos caseros a los consumidores finales del casco urbano de Montecarlo. En ese último sentido, Kasalaba destacó, en una oportunidad, el rol de la mujer en el trabajo de la feria franca, alegando que: “fue la que salió de la chacra para iniciar la venta de lo producido, convirtiéndose en el espíritu y cuerpo de las ferias”.
Día esperado para los feriantes de Montecarlo El sábado 5 de octubre de 2019 tuvo lugar la inauguración oficial del predio y construcción propiedad de la Feria Franca de Montecarlo. El evento estuvo organizado en torno a un acto protocolar, con presencia de autoridades provinciales y municipales, además de referentes de diversas instituciones vinculadas a la gestión y actividad propia de la Feria Franca. Estuvo presente el intendente local, Jorge Lobato, junto a miembros de su gabinete; el presidente del Concejo Deliberante, Luis Grün y la edil, Graciela Oliveira, quienes acompañaron, no sólo en esta inauguración, sino con gestiones durante todo el proceso del predio nuevo. También estuvo la ministra de Agricultura Familiar, Marta Ferreira; los diputados, Oscar Alarcón y Julio Barreto, y el entonces presidente de Energía de Misiones, Guillermo Aicheler. En esa ocasión el presidente de Interferia, Vilmar Müller, expresó que “realmente nos sentimos muy agradecidos y estamos trabajando mucho. Las Ferias Francas se están renovando, porque los jóvenes están tomando la posta. Hoy estamos escuchando a los nuevos feriantes y eso hace que tengamos futuro”. El director de la Estación Experimental INTA Montecarlo, Roque Rafael Toloza, agradeció a la comunidad por acompañar constantemente a los productores de la zona. Al evento asistieron los feriantes miembros de la Feria y vecinos de la localidad, muchos de los cuáles son fieles clientes los miércoles y sábados. |