Fin de año, seguro que a vos también se te pasó en un abrir y cerrar de ojos. Bueno, quien dice fin de año, dice fiestas y dice momentos de cierre, ¿no? Esos momentos donde ponemos un freno y empezamos a mirar hacia atrás y analizar. Ese momento llegó también para tu emprendimiento. Hacer un análisis de todos los eventos que ocurrieron este año te a va a permitir visualizar claramente todo lo que hiciste bien y todo lo que no hiciste tan bien para poder enfocarte a futuro. Así que frenemos y recopilemos porque para empezar un nuevo año renovado, primero tenemos que cerrar este.
Si te digo “análisis” estoy segura de que lo primero que se te viene a la mente son los números. Si bien esto es algo que hacés todos los meses, el análisis de fin de año es el más importante porque es tu análisis global. Ahí es donde ves todo el panorama completo y de donde surgen los nuevos objetivos y la información para tomar decisiones.
Ahora analizar el conjunto
1- Cuáles fueron tus costos variables y tus costos fijos.
2- Cuánto fue el monto de tus ventas brutas y netas (promociones, descuentos, devoluciones).
3- Qué costos inesperados te surgieron.
4- Cuánto invertiste en publicidades o en otro medio por ejemplo, en cursos de capacitación, productos, diseño o redacción de tu web o tienda online, etc.
5- Cuál fue la ganancia/pérdida.
Tu emprendimiento no son solo números
Mirar más allá de las tablas contables. Observar el comportamiento de tus clientes. Saber cuántas personas ven o siguen el perfil de tu red social o ingresan a tu tienda, qué productos consultan con mayor frecuencia, etc., ponerte en modo Sherlock Holmes. Necesitas saber qué es lo que más les interesa a tus clientes.
Qué publicaciones tuvieron más likes, qué productos de los que ofreces gustaron más, por cuáles productos recibiste más consultas y con cuáles concretaste más ventas.
Lo interior también importa: sí sos el motor de tu emprendimiento, quien lo lleva adelante sin importar las circunstancias, el que cae y se levanta, el que apuesta y pone todo su esfuerzo. ¿No te parece que también tenés que analizar este aspecto?
También es momento de conectarte con vos mismo y analizar qué cosas estás disfrutando y cuáles no tanto. Preguntarte qué es lo que más te funcionó de todo lo que hiciste en relación con tus clientes y tus proveedores (no olvides tu equipo de trabajo); qué hiciste que te dio los frutos que esperabas y qué no te dio resultado; qué hiciste este año que te llenó de satisfacción y energía, y qué cosas te trajeron dolores de cabeza.
Qué objetivos lograste alcanzar y cuáles no; qué cosas te surgen de forma natural y disfrutas tanto que renuevan tu energía para seguir adelante, y cuáles te implican un esfuerzo o te quitan energía.
Pregúntate: “¿estoy dispuesto a seguir haciendo este esfuerzo o puedo delegar?”. Todas las respuestas te ayudarán a enfocarte en lo que realmente quieres sin desperdiciar recursos, tiempo y energía. No olvides que un motor sin combustible no lleva a ningún lado.
Lo importante después de todo este análisis es que, sin importar cuáles sean los resultados, te mantengas con la mente en positivo y sigas avanzando. Recordá que vos podés lograr todo lo que te propongas.
¡Muy buen cierre de año!
Te deseo muchos más objetivos por alcanzar y que tu sueño siga brillando.
Excelente domingo y que el sol salga para todas.