Señora Directora: En este asunto es que creo que no fui totalmente explícito en mis dos notas anteriores sobre nuestra noble, yerba mate y tiene que ver sobre su cuidado cultural.
La yerba mate, es de origen silvestre, hay que verla en su estado natural en la selva, su tremenda robustez y su muy sana vitalidad, allí en el monte.
El hombre la sacó de la selva para nuestros sabrosos mates, pero tal vez nunca la observó cuando está plantada, en nuestras tierras colorada y que se le quitó todos los yuyos por fin de nuestras tierras.
Observando la vitalidad que refleja cuando esta sola, limpia de yuyos y hasta diría de un poco de capuera, ella se encuentra disminuida sobre la tierra roja nuestra.
Noté en mis tiempos de agricultor, que el único yuyo que la disminuye es el pasto de los potreros y la famosa grama fina; lo demás verde de su entorno, la favorece.
Recuerdo que siendo niño o adolescente una vez por año cortábamos los yuyos de nuestro yerbal con el machete o la foisa.
Creo que la última palabra la pueden tener viejos yerbateros y colonos sin más y creyendo completar un concepto necesario, saludo atentamente.
Alfredo E. Halberstadt
San Vicente (Misiones)