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Desde el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), el Refugio Güirá Oga, la Fundación de Historia Natural Azara y la Universidad Católica de Misiones (UCAMI) lanzaron una campaña para proteger a la biodiversidad ante los incendios que se registran en la provincia de Misiones.
El director general del IMiBio, Emanuel Grassi, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “es probable que en cercanías a los incendios ocurran eventos donde la fauna escapando del fuego cruce por los hogares y las ciudades”.
“Lo mejor que se puede hacer es abrir paso y acompañar a este animal a refugiarse y no intervenir, es decir, no agarrarlo. Y si el animal está lastimado, o no puede caminar, ahí sí es conveniente actuar”, apuntó.
Es así que recomiendan a la población “mantener funcionales abrevaderos, tajamares y otras fuentes de agua para que puedan hidratarse los animales; circular con extrema precaución en rutas e inmediaciones de los focos de incendios, ya que los animales huyen del fuego desorientados hacia vías y caminos; recordar la tenencia responsable de perros y otros animales que podrían atacar a la fauna silvestre circundante, no intentar capturar ni manipular a los animales silvestres”.
Asimismo, se solicita que en caso de encontrar un animal herido o afectado por el incendio o con síntomas de enfermedad, comunicarse a los teléfonos (03757) 493042 (IMiBio) o al (03757) 423980 (Güirá Oga).
“Es un trabajo que hay que hacerlo entre todos, el Estado, el productor en la chacra, las familias, cada uno tiene un rol incluso caminando a la vera de las rutas y los caminos y levantando lo que son vidrios y latas que pueden llegar a ser focos de incendios”, consideró Grassi.
En consecuencia se dispuso una red de veterinarios para la atención de los animales que necesiten asistencia por los incendios. “De esa manera se acerca de manera rápida el profesional para evaluar las lesiones y decidir si se lo trata en el lugar o si se lo envía al Refugio de Animales Silvestres Güirá Oga en Puerto Iguazú”, señaló.
A todo esto, el director del IMiBio explicó que los daños en la flora son muy difíciles de cuantificar, no obstante explicó que “la selva al no tener al fuego como un mecanismo moldeador natural, como en las llanuras pampeanas o al sur de la provincia en campos y pastizales, no está acostumbrada a ese tipo de efectos en el suelo y los microorganismos”.
“El efecto que tiene el fuego lo vamos a estar viendo en los próximos meses y años, viendo cómo es la resiliencia de esos espacios, probablemente se recupere el bosque nativo, la naturaleza siempre llega a un equilibrio, pero se pierde otro”, destacó.
Y agregó que las especies vegetales “obviamente sufren mucho daño no solamente por los incendios sino también por las estrategias de mitigación de los focos ígneos, como los cortafuegos, y es muy difícil trabajar en los rescates”.