La piel experimenta una constante renovación celular natural. Con el paso del tiempo este proceso se hace más lento y aparecen las primeras líneas de expresión, manchas, falta de luminosidad natural y pérdida de elasticidad de la piel.
La clave para cuidar el rostro para mantenerlo joven y radiante es alimentar las células con una dieta rica en proteínas, tratamientos faciales que contengan amino-péptidos y la aplicación de protectores solares cada dos horas.
Las proteínas se encuentran naturalmente en nuestro organismo y ayudan a regenerar las células de la piel, estimulando la formación de colágeno y elastina, reduciendo arrugas y mejorando la apariencia de la piel.
Hay cremas en cuya formulación está un complejo de amino-péptidos y derivados de proteínas que mejoran la apariencia de la piel dos veces más rápido.
Siempre les recuerdo que la piel tiene memoria cuando me refiero a los daños acumulativos que con el paso del tiempo se hacen presente, además siempre busco activos que provoquen la secreción de endorfinas. Estos productos llegan mediante los sentidos a que resulte una sesión reconfortante. Me ayudo con música relax y olores agradables que tienen que ver con el estado emocional de cada paciente.
Entonces el cuerpo asocia diferentes sensaciones como la relajación y se entrega al mimo que me brindo. Ayudándome con Neurocosmética utilizo activos que incentivan los sentidos al producir bienestar salud y placer dando como resultado una piel radiante y joven.
Cuida tu esencia, vibra alto y a tu alrededor encontrarás almas afines.