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Lo sorprendieron cuando él abrió la puerta para ir a trabajar. Junto a su esposa los ataron, revolvieron la casa y se llevaron dinero y otros objetos. No los golpearon. Las víctimas tienen 63 y 66 años. Tras liberarse de las ataduras llamaron a la policía. Esto ocurrió ayer por la mañana en una vivienda del barrio Erasmie. Los delincuentes eran tres y eran buscados intensamente por la policía.
Según pudo saber este Diario, quien fue abordado por los delincuentes es un ingeniero informático que trabaja en el hospital SAMIC. Su mujer es psicóloga.
Como todo los días, ayer el hombre se levantó y preparó para ir a realizar sus tareas laborales. Cuando abrió la puerta de la vivienda se encontró con los tres malhechores. No supo cuánto tiempo estuvieron en su patio delantero. No tuvieron que romper ninguna puerta. En principio estaban ocultos. Desde la calle, para los vecinos era imposible verlos. La casa tiene muros perimetrales altos. Apenas ingresaron el dueño de la vivienda alcanzó a observar que dos de ellos estaban armados con revólveres presumiblemente calibre 32 y 22.
Tenían barbijos claramente para no facilitar que los reconocieran o pudieran identificarlos posteriormente. Buscaron a la esposa y ataron a los dos con precintos y los amordazaron con cinta de embalar. Con un tono de voz que no sería local sino más semejante al “porteño”, les exigían que dijeran dónde estaba la caja de seguridad y la cifra importante en dólares que hace poco habían recibido. Como pudieron ellos les dijeron que no poseían esa cantidad.
Revolvieron toda la casa en busca de objetos de valor. Y hallaron 300 mil pesos y 1.000 dólares. Agarraron dos notebook y las llaves de un vehículo Mercedes Benz. Subieron a un automóvil Chery Tiggo propiedad de las víctimas y salieron de la casa con el botín.
Toda la situación de robo se habría desarrollado aproximadamente durante una hora. Al tomar conocimiento del caso la policía inició un operativo cerrojo en busca de los sospechosos. Además comenzaron a rastrear cámaras de seguridad de la zona que permitieran detectar el movimiento de los malvivientes.
En el marco del operativo, la policía halló abandonado el automóvil de las víctimas a unas diez cuadras, precisamente en inmediaciones de las calles Pilcomayo y Cornelio Saavedra, del barrio Villa Falk.
Personal de la División Criminalística realizó el levantamiento de huellas dactilares en el automóvil y en la vivienda.
Intervino el Juzgado de Instrucción 1 en turno. Desde allí ordenaron que el Chery sea entregado al propietario, mientras prosigue la pesquisa para hallar y detener a los autores.