Un acuerdo razonable. Light, pero positivo. Apenas un comienzo, pero un paso importante. Así describen los economistas argentinos el panorama económico que se vive en la Argentina tras el entendimiento alcanzado este viernes con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Quiero anunciarles que el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Sufríamos un problema, y ahora tenemos una solución. Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer”.
Con esas primeras palabras, en un mensaje grabado en la Residencia de Olivos, el presidente Alberto Fernández anunció el viernes el entendimiento con el FMI en contexto de la negociación del préstamo por u$s44.000 millones que recibió Mauricio Macri, en la gestión de Cambiemos en 2018.
Luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, brindara junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, una conferencia de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda, Infobae dialogó con diferentes economistas a fin de conocer sus proyecciones sobre lo que le espera a la economía argentina en este nuevo escenario.
“Dirección correcta”
Andrés Borenstein, economista de Econviews, consideró que el acuerdo implica ir en “una dirección correcta porque hasta ayer estábamos especulando si Argentina defaulteaba o no”. Es una tranquilidad que “vamos a seguir dentro del mundo y no vamos a tener una megacrisis”, planteó.
Sin embargo, resaltó que tiene incertidumbre con algunos de los parámetros que planteó el ministro de Economía: “No tengo muy claro cómo va a hacer para comprar u$s5.000 millones sin devaluar, cómo va a financiar ese déficit con tan poca ayuda del BCRA. Veo que el comunicado del FMI habló de tarifas, cosa que ni Guzmán ni el Presidente mencionaron. No es una crítica, es una duda genuina, cuánta confianza va a generar un programa que tiene pinta de ser un programa ‘light’”, deslizó.
“Queda mucho por resolver”
Para el economista de IDEA, Santiago Bulat, es “muy positivo que se haya llegado a un acuerdo” en esta instancia, que “era crucial”.
En ese sentido, remarcó que llegar sin ningún tipo de acuerdo hubiera generado mucha mayor presión cambiaria. No obstante, aún queda mucho por ver: qué pasará con la meta de la inflación, cómo se van a acumular reservas en un contexto que se viene perdiendo y qué va a pasar con los organismos multilaterales, mencionó el experto. Y de forma inmediata insistió: “Todavía queda mucho por resolver”.
“Descomprime”
“Hoy se dio un paso importante”, ponderó por su parte Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra en diálogo con Infobae.
Sostuvo que se trata de un “primer paso”, ya que falta conocer la letra chica. Sin embargo, el principio de acuerdo está. “Para la firma final del acuerdo falta, pero la Argentina estaba en un contexto muy complicado. En un panorama internacional que se venía complejizando para el país, a lo que se le sumó la sequía y la ola de calor que afectó a la cosecha gruesa, sobre todo al maíz y en menor medida a la soja. Este año lamentablemente vamos a tener menos exportaciones de la agroindustria, menos ingresos de divisas… y con muchos vencimientos, esto por lo menos descomprime un escenario muy disruptivo”, destacó.
“Es una prueba de gran calado”
Desde Moody’s Investors Service, Gabriel Torres, vicepresidente y Senior Credit Officer, dijo que si bien la totalidad de los detalles del acuerdo aún no se hizo pública, “si el acuerdo da lugar a políticas que conduzcan a una reducción sostenida de los desequilibrios macroeconómicos, esto sería positivo desde el punto de vista crediticio”.
“El cumplimiento de las metas que se establezcan en el programa, en particular la reducción del déficit fiscal y el financiamiento monetario del Banco Central, representará una prueba de gran calado a la voluntad y capacidad de Argentina para realizar ajustes importantes al marco actual de política económica”, agregó Torres.
“Trae mayor certeza en la política económica”
Joaquín Pastor, Head Strategist en Max Capital, a su turno hizo hincapié en que era “muy importante” evitar incumplir los pagos de hoy y el lunes con el Fondo, especialmente “para evitar que se desestabilicen las expectativas y, en el corto plazo, se descontrole el mercado de cambios”.
Trae un mayor grado de certeza sobre el sendero de política económica hacia adelante, aseguró sobre las consecuencias del acuerdo con el organismo internacional.
“La duda era si el Gobierno iba a patear el tablero, implicando que no se iban a atacar las causas más profundas de los desequilibrios macro -básicamente, el déficit fiscal financiado con asistencia monetaria-. Esto que se anunció implica que va a haber esfuerzos por ir reduciendo el déficit fiscal, aunque de forma muy gradual”, apuntaló.
“Le da respiro al riesgo país”
Para Joel Lupieri, economista de EPyCA Consultores, en lo inmediato deberíamos ver una descompresión sobre el tipo de cambio, tanto oficial como paralelo, acompañado de un aumento progresivo de la cotización de los bonos en dólares.
“El no caer en default en los meses venideros, alivia la incertidumbre que evidenciaban los tenedores de bonos del país, y da respiro al aumento incesante del riesgo país”, aseveró.
Con todo, si se cumple lo anunciado por Guzmán y Fernández “no deberíamos ver un plan de ajuste agresivo, aunque es claro que sí se pedirá mayor disciplina fiscal y más claridad en las reglas impuestas a los mercados”.
De acuerdo con su perspectiva, en el corto plazo es factible que veamos a una Argentina ajustando su prima de riesgo, sin llegar a ser un activo que califique como “poco riesgoso”.
En el plano local, el acuerdo es a priori beneficioso puesto que despeja algunas dudas sobre el rumbo económico y geopolítico que el país seguiría, resaltó el especialista.
En lo inmediato, así como a mediano plazo, es importante notar que el déficit y la emisión deberán seguir un camino descendente siendo en principio aspectos positivos.
“Parece un acuerdo ‘light’, pero es positivo”
La reacción inicial de los mercados es positiva, subrayó Joaquín Pastor (Head Strategist en Max Capital), ya que subieron los bonos y acciones, cerca de un 10%, y baja el dólar paralelo. Según explicó, aumentaron con el miedo a que no haya acuerdo y Argentina no pague. Y si bien aún falta tener más precisiones, esto ya es un comienzo.
“Por ahora parece un acuerdo ‘light’, pero es positivo que haya intenciones de avanzar en arreglar los problemas de la macro -señaló-. Bajar el déficit es condición necesaria para bajar la asistencia monetaria, y a su vez es necesario para descomprimir la presión sobre el tipo de cambio en el mercado paralelo y sacarle impulso a la inflación”.
En materia de consumo se prometió que no bajará el gasto, pero es poco factible de creer cuando estamos ante una economía con inflación al alza y alta emisión, opinó Lupieri. Y a renglón seguido, puntualizó: “La suba de tasas, otro aspecto que podría pedirse, quizá contente un poco el consumo local y retraiga la demanda. La caída de la demanda, en mayor o menor medida, probablemente afecte a la actividad y al propio empleo”.
“No resuelve el problema central”
De acuerdo con Claudio Caprarulo, director de Analytica Consultora, es un acuerdo importante pero que no resuelve el problema central: aún hay que acumular u$s44.500 millones para pagarle al Fondo, sumado a los compromisos de deuda con acreedores privados.
“Si con el acuerdo el Gobierno pone sobre la mesa un plan detallado y consistente, logra convencer a los principales actores de la economía y cumple lo que dice, puede haber una leve mejora en los próximos meses. Sin embargo, todavía la incertidumbre es grande”.
A modo de conclusión, Ricardo Delgado, presidente de Analytica Consultora, reflexionó: “Creo que estás sin resolver tus problemas estructurales, pero dando una señal importante de cara a la sostenibilidad fiscal y monetaria para el 2022 y probablemente también esto continúe en el 2023”.
Detalles del acuerdo
El titular de la cartera económica mencionó el viernes que entre las metas acordadas con el FMI para la renegociación de la deuda figura la “reducción gradual” del déficit fiscal y aseguró que “no va a haber ningún salto cambiario” en la cotización del dólar.
En el acuerdo no se prevé ningún “salto cambiario” en la cotización del dólar y el acuerdo será de facilidades extendidas y no un ‘stand by’, como el suscripto en 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri, aclaró, además de detallar que la duración del programa será de dos años y medio, y sujeto a diez revisiones.
Por otra parte, sostuvo que aún resta “trabajar en los memorandos de las políticas económicas y financieras” y que ello llevaría “algunas semanas”.
Según indicó Martín Guzmán, en el entendimiento con el organismo multilateral de crédito se convino que la Argentina pueda “tener un rol moderadamente expansivo”, con metas de reducción gradual del déficit primario.
Al respecto, señaló que para 2022 se prevé un déficit primario de 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), ocho décimas de punto porcentual menos que el 3,3% señalado en el proyecto de ley de Presupuesto que fuera rechazado por la oposición en la Cámara de Diputados.
La “reducción gradual” continuará en 2023 con un 1,9% y para el 2024 con un 0,9% del PIB.
Por otro lado, Guzmán anunció una reducción “gradual y decidida” de la asistencia del Banco Central al Tesoro, además de tener una estructura de tasas interés reales positivas y avanzar en la reconstrucción de la deuda pública en moneda local.
Finalmente, respecto de la caracterización de la inflación, el ministro sintetizó que se acordó con el organismo financiero en avanzar en un enfoque integral, tomando en cuenta que se trata de “un fenómeno multicausal”.