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El Ministerio de Prevención de Adicciones coordinó junto a la Fundación Pequeños Gigantes para brindar un seguimiento a los casos de niños nacidos prematuros. A través de operativos en los Hogares de Día, esperan llegar a las familias más vulnerables. Durante la pandemia, aumentaron los nacimientos antes de tiempo por la falta de atención nutricional, médica y el estrés por la emergencia sanitaria.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la presidenta de la Fundación Pequeños Gigantes, Paula Schapovaloff, explicó que este convenio se debe a que “el Ministerio tiene dentro de su ámbito al Hogar de Día, tanto de Posadas, como Iguazú y Oberá”. A partir de esto se buscará “tener más llegada, asistir a los niños del Hogar de Día, algunos nacidos de forma prematura, de familias vulnerables y que no tienen acceso a pagar una terapia”.
Esta Fundación tiene el único centro de contención y seguimiento gratuito destinado a las familias de niños nacidos prematuros: “Hacemos minioperativos de salud, donde van psicopedagogas, el pediatra y nutricionista”.
Además, “en distintos puntos de la provincia, tenemos 17 comedores y gracias a esto hemos detectado que niños no estaban en seguimiento”, añadió. Mediante una ley aprobada en la provincia, recordó que “este seguimiento, es gratuito, debe hacerse hasta entrada la etapa escolar y tenemos una ley del niño nacido prematuro”.
En cuanto a los pacientes, Schapovaloff contó que “son niños con diferentes patologías, como parálisis cerebral, oxígeno dependiente, utilizan sillas posturales”.
En este espacio organizan todo tipo de terapias, “como estimulación temprana, psicología, nutrición infantil, pediatría. Desde el área social, se brinda lo que necesite para mejorar su calidad de vida, como ropa, alimentos”.
Desde el inicio de la pandemia, tuvieron que coordinar acciones para no dejar sin atención a las familias y lograr una presencialidad. Para ello, contó que “tuvimos un protocolo aprobado por el Ministerio de Salud de Misiones y de la Nación”.
Las mayores necesidades
En materia de terapias, Schapovaloff detalló que “la vuelta al colegio, fue algo muy difícil. Lo que más se requirió fue la parte de atención psicopedagógica y psicología para acompañamiento en niños y también en padres”.
Asimismo, relató que “fue necesario una nueva adaptación a la escuela y las secuelas de la pandemia no terminan acá, sino que se verán en los siguientes años”. En las familias que están en seguimiento notaron que “hubo secuelas del encierro, luego los miedos por las noticias, los fallecidos y familiares contagiados”.
La presidenta de la Fundación explicó que a su vez “fue necesario un seguimiento pediátrico, porque la pandemia acarreó muchos nacimientos prematuros. Sea por el COVID, por no tener una correcta nutrición de la madre, incluso el miedo y el estrés. Fue necesario más estimulación temprana y seguimiento pediátrico al salir de neonatología”.
El pase sanitario
Con el aumento de los casos, los cuidados son permanentes. En este sentido, Paula Schapovaloff explicó que “sabemos que la vacunación no es obligatoria, y aún muchos no entienden que salva vidas, pero pusimos como requisitos de ingreso a las familias el carnet de vacunación completo”.
En cuanto a la vacunación para los pacientes, aclaró que “eso depende de la edad de los niños, pero sí que los papás tengan vacunación, porque no podemos poner en riesgo a otros pacientes”.
Remarcó también que “hicimos una campaña de vacunación junto al Ministerio de Salud, además de estar en los operativos, donde se disiparon las dudas de los padres y se logró inmunizar a los niños, tanto en la Fundación como en los comedores”.
Aumento en las necesidades
Paula Schapovaloff precisó que “arrancamos la pandemia con 30 pacientes en Posadas y el mismo número en Apóstoles y los otros centros. Ahora, son 120 los legajos activos de las familias que asistimos desde la Fundación”.
De la misma forma, “tenemos 17 comedores en toda la provincia, pero arrancamos con 5”.
En este sentido, indicó que la emergencia sanitaria “provocó un desastre en las familias, que ya estaban en estado de vulnerabilidad, porque no tenían acceso a un trabajo, algunas dependían de la tarefa, otras estaban lejos y no había transporte habilitado al principio de la pandemia”.