Nuestro cuerpo posee energía, esa misma energía si esta en coherencia entre lo que pensamos sentimos y hacemos nos permite estar plenos y ser auténticos, pero cuando esta energía se estanca nos genera problemas, sobre todo en nuestra forma de expresarnos.
El doctor Alexander Lowen pudo explicar bien esto durante sus clases y sesiones de bioenergética, el mismo dijo que le llevo treinta años llegar a ¡su corazón!
Cuando no se puede liberar el exceso de energía, la tensión que se genera en el cuerpo se expresa en forma de “coraza” o “armadura” muscular.
La Bioenergética es una psicoterapia corporal que trabaja con el cuerpo mediante la conciencia postural, el contacto físico y la expresión del movimiento. Lowen opinaba que la psicopatología se deriva de conflictos entre las predisposiciones innatas del ser humano y su necesidad de adaptarse a la sociedad.
Dijo que las personas tendemos a restar importancia a nuestra experiencia corporal – afectiva, sobrevaloramos la cognición y racionalizamos en exceso. Sin embargo, nuestra mente, pensamientos, emociones y sentimientos están estrechamente relacionadas con el cuerpo, de modo que una puede provocar alteraciones en la otra.
En particular Lowen propuso que de forma natural, la energía está anclada en dos polos la cabeza y los genitales y fluye libremente entre ambos, las alteraciones en este flujo provocan trastornos.
El desarrolló un procedimiento terapéutico que denominó análisis bioenergético, aunque se lo conoce con el nombre de “terapia bioenergética”.
El objetivo de la terapia bioenergética es ayudar al paciente a obtener placer de forma satisfactoria con todas las funciones básicas de su organismo: la motricidad, la respiración, la sexualidad, las emociones, los sentimientos y la autoexpresión. Para esto es necesario liberar la tensión acumulada, tanto a nivel físico como psicológico.
¿Quiénes de nosotros no sentimos esas corazas generadas por tensiones crónicas, que no nos permiten movernos libremente y hacer lo que nos gusta, alejándonos del placer de vivir una vida plena? Podemos empezar hoy a movernos y sentir esas rigideces que tenemos hace mucho tiempo, de a poco, día a día y conectar con nuestro cuerpo que es el móvil que tenemos para vivir en esta vida.
Que Dios los bendiga.