Alberto Fernández admitió en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso que la inflación es “la principal preocupación” del Gobierno. Sobre todo por la constante suba de los precios de los alimentos. Los últimos registros indican que esa dinámica empeoró en las últimas semanas, y no hay demasiado espacio para la esperanza de un enfriamiento en el corto plazo.
Las principales consultoras que miden en tiempo real las remarcaciones de precios dan cuenta de esa dinámica perniciosa. LCG, una de las consultoras que releva esa realidad, dio cuenta que en la última semana se aceleró la inflación en los alimentos.
“En la cuarta semana de febrero la suba de precios de los alimentos promedió 1,23%, acelerando 0,2 punto respecto a la semana anterior”, indicó LCG en su último reporte.
“El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 4,8% promedio en las últimas 4 semanas y 4,6% punta a punta en el mismo periodo”, apuntó el informe.
Escenario. El Gobierno nacional no encuentra la solución a la suba de precios en los alimentos. Los controles de precios no funcionaron y durante enero, el rubro registró una suba de 4,9%, muy por encima del nivel oficial.
En el top 3 de los productos que más se encarecieron figura, otra vez, la carne. Los cortes vacunos treparon 2,3% en la última semana del mes pasado, seguido por las frutas (2,2%) y las verduras (1,7%).
Un paso por detrás, los productos panificados (0,9%) y aceites (0,6%) cierran la nómina de los que más subieron durante los últimos siete días.
La dinámica ya viene complicada desde el mismo comienzo de este 2022. Para los alimentos, el Indec midió una suba del 5% para enero, uno de los mayores registros de los últimos meses y que muestra una aceleración en ese segmento crítico a nivel político y social.
En una economía que sufre de una dinámica inflacionaria muy alta -superior al 50% anual- es muy difícil identificar las causas de los incrementos, que básicamente se vinculan con esa realidad.
Particularidades de cada caso
Es cierto: hay particularidades. De hecho, en el caso de la yerba, el azúcar, los lácteos y hasta el arroz, las fuertes remarcaciones tienen que ver con la ola de calor de comienzos de año, la sequía persistente y los incendios en algunas zonas del país, que destrozaron buena parte de la producción.
También, claro está, hay fundamentos en la realidad internacional: los precios de las materias primas mantienen una tendencia alcista. En las últimas horas, la tonelada de soja superó los u$s600, un valor históricamente alto.
Ese escenario, que beneficia a la Argentina por el valor de sus exportaciones, termina perjudicando por el impacto del precio de los alimentos en el mercado interno.
No es un fenómeno distinto al que sufren otros países, que también conviven con una inflación irregularmente elevada. En la Argentina, todo empeora por la propia dinámica inflacionaria, que se mantiene en los dos dígitos desde el lejano año 2006.
Cambios estructurales
Matías Kulfas, afirmó que la reducción de la inflación requerirá de “cambios estructurales” y “objetivos macroeconómicos” que permitan incrementar las exportaciones y reducir las “perspectivas devaluatorias”. “Realmente la inflación, que es un problema que ya lleva 15 años por lo menos, amerita una solución más estructural”, subrayó Kulfas en diálogo radial.
El ministro explicó que “el principal problema vinculado con la inflación” es la “falta de dólares”, e indicó que las metas de incremento de las exportaciones se ubican en simonía con la reducción del índice.
Golpe al bolsillo. Especialistas advierten que en el mes el segmento de la canasta alimentaria que más creció fue Verduras, con una disparada 14,8%, en gran medida por cuestiones estacionales, aunque no exclusivamente.
“Al plantear un objetivo de aumentar las exportaciones, no es por una cuestión meramente de tener un flujo de saldos exportables sino como una forma también de garantizar la estabilidad cambiaria y fortalecer las reservas”, señaló Kulfas, quien cuestionó reducir la problemática al “congelamiento de la emisión monetaria como se hizo en 2018”.
De la misma forma, aseveró que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “reduce la incertidumbre a las perspectivas devaluatorias” y que actualmente se encuentra en la finalización de su “letra chica”.
“Hay un montón de elementos que van a generar el marco general para reducir la inflación en un contexto global dificilísimo, y le darán más consistencia macroeconómica a una economía argentina que venía muy desordenada y que se desordenó más todavía como consecuencia del Covid”, remarcó el funcionario.
Por otro lado, Kulfas destacó el discurso de Alberto al abrir las sesiones ordinarias del Congreso, y lo calificó como un “mensaje muy fuerte de futuro”.
“Hace años que vengo escuchando que Argentina tiene que planificar a largo plazo y salir de ese cortoplacismo eterno que tenemos; y ayer el Presidente planteó justamente un plan industrial con objetivos bien claros”, opinó.