El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundirá hoy el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero que, de acuerdo a las estimaciones privadas, repetirá el 3,9% de enero.
Los precios de los alimentos, del turismo y la actualización de los precios de la nafta impulsaron la inflación del segundo mes del año.
Según el informe mensual del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), los alimentos alcanzaron un aumento cercano al 10% y totalizan un alza del 154% desde que Alberto Fernández asumió la presidencia en diciembre de 2019.
Con el impulso de frutas y verduras la suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas en enero (4,9%) fue la de mayor incidencia en todo el país.
El impacto de la sequía y la ola de calor en las zonas frutihortícolas tuvo directa repercusión en los precios exhibidos al consumidor.
Por su parte, la carne aumentó un 3,7% en febrero, mientras que el pollo, una alternativa al producto anterior, también se incrementó, pero un 3,6%, según informó la Cámara de la Industria del Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central, y del que participan las consultoras privadas, estimó que la inflación de febrero alcanzó un 3,9%. De esta manera, en lo que va del año el IPC sumará un alza cercana al 8%.
En marzo, la presión inflacionaria promete continuar con fuerza. Es que empezaron a regir los aumentos en las tarifas del gas que alcanzarán subas de hasta 40% para usuarios, hay incrementos en las cuotas de los colegios privados en torno al 17%, las prepagas están autorizadas a incrementar un 6% el costo de su servicio, y los alquileres entran en período de renegociación con subas que se estiman superarán el 50% según la zona.
Esto indica que el primer trimestre del año se encamina a superar holgadamente el 10% de inflación anual.
El acuerdo y la inflación
Luego de que el acuerdo con el FMI tuviera la aprobación en la Cámara de Diputados, la duda que surge es cómo impactará en los precios una vez que el Senado y el directorio del organismo den el visto bueno.
“La intención plasmada en el acuerdo con el FMI de propiciar un ajuste real de las tarifas, por un lado, en simultáneo con una mejora de los salarios reales y una reducción de la inflación en forma sostenida, por el otro, luce de difícil concreción”, afirma el consultor económico Santiago Manoukian.
Y agrega que “la inflación de este año va a estar por encima del rango que fijó el Gobierno con el acuerdo con el FMI, es decir, superior al 48%, básicamente porque hay que hacer ajustes en los subsidios y eso impactará en las tarifas, donde va a haber mayor presión de los precios internacionales, variables que no se tuvieron en cuenta a la hora de pensar el acuerdo porque el conflicto entre Rusia y Ucrania no se había desatado”.
Por su parte, Martín Vauthier, economista de Anker Latinoamérica, explica que “en el acuerdo, se resolvió que el tipo de cambio multilateral real se mantenga en los niveles de diciembre de 2021. En ese sentido, si la inflación se mantiene en la zona del 4% mensual, se va a plantear un desafío para sostenerlo en relación a ese período, teniendo en cuenta que el movimiento del tipo de cambio oficial hasta ahora se mantuvo en la zona del 2,9%”.
En este sentido, Manoukian afirma que “mantener la competitividad del tipo de cambio real implica acelerar la tasa de devaluación desde los niveles actuales, en un marco de una inflación con fuerte inercia y persistencia aún con anclajes recientes en el tipo de cambio y tarifas. Esto de por sí genera mayores presiones inflacionarias, a lo que se sumaría un ajuste real de las tarifas, que te acelera en el corto plazo el recalentamiento y entorpece la intención de una desinflación progresiva, a la vez que dificulta la recuperación de los salarios reales”.
Peor que Venezuela
Después de años de ser azotada por la hiperinflación, Venezuela está empezando a ver una mejora significativa en sus números de precios al consumidor. Si bien el fenómeno es reciente, respecto de un año atrás los precios aumentaron 246%, los últimos datos ubican a la situación monetaria de ese país en condiciones mejores a las de la Argentina por primera vez.
En febrero, según una de las dos mediciones principales que se utilizan en Venezuela, el índice de precios al consumidor subió 1,7% frente al 3,9% que esperan los especialistas sea el dato oficial argentino. Y en el acumulado del año, siempre según la misma medición, Venezuela suma 6,6% en dos meses frente a un proyectado 7,9% argentino.
En diciembre pasado el Gobierno de Venezuela anunció que había superado el período de hiperinflación tras cuatro meses seguidos de inflación de un dígito. Se considera que entró a ese estado en 2017. En el último trimestre de ese año se registró una inflación mensual de 56,7%, superando así el umbral.