Consumir agua en exceso puede acarrear efectos negativos, que pueden ir desde las náuseas hasta la muerte, en los casos más extremos.
Te cuento por qué y cómo puede ocurrir.
Como es de público conocimiento, todo absolutamente todo es malo en exceso y esto es sin excepciones y más aún cuando se trata del correcto funcionamiento de nuestro organismo. La hidratación es esencial para un correcto funcionamiento del organismo. Tanto es así que necesitamos beber entre un litro y medio y dos al día, aunque esto puede depender del peso, actividad y biología de cada persona. Sabemos que es muy importante beber agua pero, ¿conocemos las consecuencias de hacerlo en exceso?
Debes ingerir agua para hidratarte cada vez que tengas sed, ya que será tu propio organismo el que te indique cuándo y cuánto debes beber. Sin embargo, tampoco debemos excedernos en la hidratación, ya que podemos llegar a sufrir “hiponatremia”. Esto ocurre cuando ingerimos más líquido del que nuestro cuerpo puede eliminar a través de la orina y el sudor.
En ese caso, los riñones no serán capaces de trabajar y deshacerse del agua tan rápidamente como deberían, lo cual hará que se reduzcan los niveles de sodio, potasio y cloro en sangre. Esto provocará algunos síntomas como náuseas, mareos, fatiga o calambres. Llegados a este punto, la mejor opción será dejar de beber, ya que, en caso de continuar, los niveles de sodio pueden descender llegando a límites extremos y producir daños cerebrales, y en algunos casos, causar la muerte por sobrepresión del cerebro sobre el bulbo raquídeo.
Por tanto, a pesar de que no debes excederte en el consumo diario del agua, es decir, no tomar más de 6 y medio al día, no debes olvidar que la hidratación es esencial para el organismo y que sí debemos ingerir alrededor de dos litros diariamente.
Casos notables de consecuencias fatales de hiperhidratación o intoxicación por agua las sufrieron personalidades tales como Andy Warhol, Leah Betts, Anna Wood y la competidora Cynthia Lucero del Maratón de Boston en 2002.