La Ciudad de Buenos Aires amaneció con acampes en la Avenida 9 de Julio y en el Bajo, así como también se llevaron adelante protestas en los distintos accesos, lo que da cuenta de que el clima social se recalienta casi al mismo ritmo que la suba de la inflación y en medio del debate por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las manifestaciones habían comenzado el pasado martes y se transformaron en acampe ante la falta de respuestas a los planteos: cientos de integrantes de movimientos sociales pasaron la noche frente a las sedes del Ministerio de Desarrollo Social y de Trabajo.
La movilización y posterior acampe fue organizada por las agrupaciones políticas que integran el denominado bloque de Unidad Piquetera y que comenzaron un “plan de lucha” en rechazo al acuerdo con el FMI y contra “el ajuste y la disparada inflacionaria”.
Entre los principales reclamos figuran que el Salario Mínimo Vital y Móvil se eleve de 32.000 pesos a 64.000 pesos y la apertura de los programas sociales como el Potenciar Trabajo.
A ese escenario, que tiene como agregado el consabido caos de tránsito que generan las protestas -ni siquiera funciona el Metrobus-, se le sumó la medida de fuerza del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) de bloquear los accesos a la Capital Federal.
El espacio liderado por Raúl Castells corta Acceso Oeste, Rivadavia y Puente Pueyrredón “reclamando contra esta política y este Gobierno y su decisión de quitar planes sociales y alimentos a 10 mil comedores y merenderos”, señaló el referente social.
En diálogo con NA, Castells denunció que eso “forma parte del acuerdo con el FMI”. “Nos hacen pagar el pato a nosotros. Los pibes ya no piden un desayuno o una merienda o desayuno, sino comida”.

“Queremos una reunión con el Gobierno, aumento de jubilaciones y planes sociales y que no apliquen el acuerdo con el FMI a todo el pueblo argentino. Sino, vamos a acampar en los accesos”, advirtió.
Al referirse al “ajuste”, el líder del MIJD subrayó: “No lo bancamos. No estamos en condiciones de sostener estos precios. Un jubilado, alguien que tiene un plan, un obrero que tiene un salario simple no resiste esta inflación”.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Desarrollo Social manifestaron su malestar por las protestas y advirtieron que “con la calle cortada, el ministro (Juan Zabaleta) no los recibe”.
“Ya demostró en varias oportunidades que no es necesario cortar la calle para sentarse a una mesa a dialogar y encontrar soluciones. De todos modos, hay un equipo que dialoga permanentemente con las organizaciones sociales, iglesias y ONGs, y está dialogando con quienes se movilizaron”, señalaron las mismas fuentes.
Por último, lamentaron que “se ofreció una reunión con el viceministro, Gustavo Aguilera, y las organizaciones dijeron que no”.
Fuente: Agencia de Noticias NA