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Esto ocurrió ayer a las 12.30, tras una mañana de cuatro horas de alegatos y análisis que finalizó en un fallo condenatorio para el acusado de cometer el primer travesticidio de Misiones. La máxima pena prevista en el Código Penal Argentino fue unánime, con diferencia entre los jueces en torno a los agravantes solicitados por el fiscal Martín Alejandro Rau.
Marcela Leiva y Ángel Dejesús Cardozo, hallaron culpable a “Ramoncito, Junior o Polaquito” Da Silva (33) por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por el odio a la identidad de género y femicidio”. La presidente del Tribunal, en disidencia parcial votó por el mismo monto de pena pero “por homicidio calificado por el vínculo y por femicidio”. De los cuatro agravantes solicitados en el pedido de condena del fiscal Rau, sólo el de alevosía no fue reconocido por los tres camaristas.
Tras el fallo condenatorio, frente al Tribunal Penal 1 no se ocultaron las emociones por la importancia de la sentencia, principalmente porque se reconoce o se realizó un debate con perspectiva de género, con inclusión. Referentes de colectivos de género y disidencias sexuales y organizaciones políticas, celebraron la decisión judicial y contuvieron las lágrimas de Patricia Villalba, madre de Evelyn y de una de sus hermanas, Yeilin Rojas.
Fue la hermana de Evelyn quien resumió las sensaciones del momento tanto de ella como de su progenitora: “Estamos conformes con el fallo del Tribunal, por la condena a prisión perpetua, es un momento muy especial, lo buscamos mucho, lo esperamos mucho. Personalmente me provoca alegría, me emociona mucho y me pone contenta claro, por mi hermana, por Evelyn para que pueda descansar en paz a partir de ahora”.
En el mismo contexto, el fiscal Martín Alejandro Rau sostuvo que “hay que aguardar a los fundamentos del fallo pero estamos conformes con el trabajo que hicimos en la Fiscalía y con el fallo que emitió el Tribunal Penal 1”.
Es una condena sin precedentes que vendrá muy bien no sólo para la Justicia misionera, también para el mensaje hacia la sociedad”.
También sumó importancia a que “los jueces Marcela Leiva y Ángel Dejesús Cardozo hicieron referencia en condenar al imputado por la relación de pareja y por el odio de género y su expresión y por femicidio pero descartaron la alevosía”.
Y amplió: “En el caso de la presidenta del Tribunal, Viviana Cukla, coincidió en la acusación como llegó desde Instrucción, falló por homicidio calificado, agravado por el vínculo y femicidio”.
Sobre el valor de lo sucedido ayer y que puede considerarse histórico como hito de la jurisprudencia provincial, manifestó: “Es trascendente este fallo porque es el segundo a nivel nacional y que comprende la problemática tan importante como esta, la de la violencia por condición sexual e identidad de género”.
El primer condenado por travesticidio en Misiones
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El desenlace necesitó de seis jornadas de debate, iniciado el martes 8 de marzo, en la sala de audiencias del Tribunal Penal 1 de calle La Rioja. La intensidad de testimonios y crudeza de informes fueron determinantes, se desprende por el tenor de la sentencia. La aclaración total podrá llegar cuando los fundamentos de los jueces sean leídos el lunes 4 de abril próximo.
Los alegatos se desplegaron ayer a partir de las 9 y tras media hora de lectura de incorporación de pruebas, entre ellas el informe de la junta médica que analizó el estado de la salud mental de Da Silva. Pericia que fue solicitada el lunes por el Tribunal y pedida por el abogado del acusado, defensor oficial Mario Ramírez.
Los psiquiatras del Cuerpo Médico Forense concluyeron que Da Silva comprendía la gravedad e importancia de los hechos, que su conducta se caracteriza por tendencia a la mentira, sin reconocer culpa, poco control de impulsos y con cosificación a terceras personas por género. Un hombre sin indicios de rasgos psiquiátricos.
Confirmado el estado mental del encartado, abrió los alegatos la querellante Florencia González quien remarcó que Evelyn fue asesinada a golpes, “fue un crimen de odio”. Detalló la escena del hecho y las lesiones de la víctima para apuntalar el agravante de alevosía e instó a que en adelante es imperante la necesidad que existan debates o juicios con perspectiva de género. Solicitó la pena máxima enmarcada en el artículo 80, incisos 1, 2, 4 y 11 del Código Penal.
“La mató y tiró en una fosa”
El alegato de Martín Rau fue una descripción a partir de lo sucedido el jueves 27 de octubre de 2016 en la vieja estación de servicio de la avenida Uruguay y Buchardo de Posadas. “Da Silva comenzó a agredirla con una violencia inusitada (…) Evelyn sufrió un traumatismo con fractura en la base del cráneo, con compromiso cerebral interno, policontusiones múltiples en el resto del cuerpo. Los ojos descriptos como de ‘mapache’, pérdida de la simetría en la cara. Estas lesiones fueron provocadas por el estado comatoso de la víctima, las pericias bioquímica confirmaron 4,44 grados de alcohol por litro de sangre, equivalente al período 4 de intoxicación alcohólica, una depresión grave del sistema nervioso central. Evelyn se encontraba indefensa y Da Silva la atacó en ese estado y a traición”.
Rau agregó que “Evelyn sufrió permanente maltrato verbal, psicológico y físico, sucesivos episodios. Los testigos remarcaron que la trataba de ‘puto, puto sucio, travesti, sos un hombre, chupa pijas, etcétera. Todo esto en el marco de la relación amorosa”.
“La personalidad de Evelyn cambió cuando conoció a Junior y por los sucesivos episodios de violencia a la que la sometía. Según los testigos dejó de ser coqueta y fue apartada de sus amistades, prácticamente en soledad de su círculo íntimo”.
“La veían frecuentemente con moretones y con los ojos morados por los golpes. Sola en inmediaciones de la avenida Uruguay donde se prostituía. Sola y alcoholizada”.
Resaltó además que los testigos lo ubican a Da Silva en día y horario previo al crimen, en inmediaciones y adentro de la abandonada estación de servicio, discutiendo y forcejeando con Evelyn, visiblemente alcoholizada.
La pericia de laboratorio forense que también destacó Rau fue el cotejo de los rastros genéticos enviados al Colegio de Bioquímicos de Capital Federal. “De las manchas rojizas similares a sangre en las paredes (del lugar del crimen) se levantaron rastros y dieron 99,99 por ciento correspondientes al ADN de Evelyn Rojas y de otros registros sólo se detectaron ADN del imputado. Lo que indica que dentro de la YPF ‘El Refugio’ sólo había rastros de ellos dos”.
“Evelyn fue hallada en una fosa semidesnuda, tenía sólo una remera gris, sus genitales al descubierto y mechones de pelo arrancados alrededor. Que también los estudios de ADN confirmaron que correspondían a la víctima”.
“Manchas de sangre de Evelyn corresponden a las improntas que detalló la autopsia. A su rostro contra el piso y la pared”.
“Pero Evelyn tenía un hematoma subdural en la región izquierda del cráneo, compatible con episodios de violencia previos y que le provocaban convulsiones y alteración psicomotriz. El 3 de agosto de 2016 se le diagnosticó esta lesión por golpes. La autopsia marcó en octubre un hematoma similar pero mucho más grande que le provocó la muerte”.
No soslayó tampoco el informe psiquiátrico de Da Silva: “Comprende la criminalidad del acto, que tiende a la mentira y manipulación, que tiene dificultad en el control de sus impulsos que lo lleva a pasar directamente al acto (…) y bajo el consumo de sustancias puede resultar peligrosos para terceros y quedó comprobado que lo fue para Evelyn”.
“El 27 de octubre de 2016, aproximadamente a las 1.30, el imputado comenzó a agredirla a Evelyn verbalmente, luego físicamente golpeando su cabeza contra el piso y las paredes del baño en la estación de servicio. Luego se asustó y se fue del lugar, se fue a San Vicente”, resumió Rau y pidió que se lo condene a Da Silva por homicidio calificado, agravado cuadruplemente por vínculo, alevosía, odio de identidad de género y femicidio, a la pena de prisión perpetua.
“Da Silva le arrebató la vida a Evelyn, una muerte alevosa, la arrojó a una fosa con liquido y basura, con el deseo de hacer sufrir. Sabía que Evelyn era una mujer y aún así la mató, la sometió a distintas violencias, psicológica, económica y física”.
“Justicia es dar a cada uno lo suyo, en este caso de prisión perpetua. Y que no haya ninguna Evelyn menos”.
“La golpeaba todo el tiempo”
El alegato de Mario Ramírez se inició tras su pedido que se retirara de la sala de audiencias a su defendido. Esto fue aceptado por el Tribunal y no tuvo objeción tampoco de querella y fiscalía.
Para Ramírez, Da Silva es inimputable: “Para Junior los demás no valen nada. Cosificaba a Evelyn todo el tiempo, la golpeaba, era como una heladera, un objeto para él (…) No tiene capacidad de abstracción de la realidad. No es una persona normal, no es capaz de sentir afecto, tiene falta de empatía, no se hace cargo”.
Solicitó la absolución por “imputabilidad disminuida, la prisión perpetua es como darle un tiro en la cabeza”. El lunes Da Silva declaró y negó haber estado en el lugar del hecho el día del crimen pero admitió que golpeaba a Evelyn.