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Se cierra una puerta, pero se abren otras. Una enseñanza clave en la vida y, sobre todo, en el fútbol. Bien lo sabe el posadeño Enzo Gabriel Zárate (25), quien el miércoles pasado desembarcó en Colombia para disputar su primera experiencia internacional lejos de casa: jugará en la Tercera División de ese país con el Sueños Dorados de Caucasia.
“Mi objetivo es llegar lejos en el fútbol profesional para ayudar a mi familia y a mi hijo. Agradezco a Dios por esta oportunidad”, sintetizó a EL DEPOR el exjugador de Guaraní Antonio Franco, quien incluso tuvo varios minutos en el último Regional Amateur.
La pelota llevó ahora al delantero hacia el norte de Colombia, a 280 kilómetros de Medellín. Allí Zárate ya disputó su primer amistoso, en el que pagó con creces la confianza que depositaron los dirigentes del nuevo club: hizo un gol y dio una asistencia para el 2-1. A prepararse para el desafío.
Enzo… ¿cómo se dio esta oportunidad en Colombia?
En junio de 2021, después de un partido, se me acercó un colombiano que vive en Posadas y era director técnico de un equipo en Garupá. Me dijo que me había visto jugar y me preguntó si me interesaba irme a Colombia. Él me contactó con Geovany Carreño, presidente del Club Sueños Dorados. Existía la posibilidad de que me vaya enseguida para allá, pero me quedé para jugar el Regional con Guaraní.
¿La decisión fue rápida?
Al principio dudé un poco porque es lejísimos, pero me terminé decidiendo. En eso tiene mucho que ver el apoyo de mi novia, Daiana, que siempre estuvo a mi lado.
¿Cómo fue la llegada? ¿Es tu primera experiencia internacional?
Sí, jugué alguna vez en la zona, en Paraguay, pero nunca tan lejos. Llegué acá el miércoles 16 de marzo, tras un viaje larguísimo: salí de Asunción, hice escala en Chile, en Bogotá y llegué a Medellín. Y de ahí, en colectivo hasta Caucasia, la ciudad en la que estoy. En bus, como le dicen acá (se ríe). Y la verdad es que me recibieron muy bien. Eso sí, acá hace muchísimo calor y me dijeron que es así todo el año.
Bueno, pero estarás acostumbrado después del último verano en Posadas…
(Se ríe) Sí, sí, acá es igual a esos días de 40 grados allá, pero la diferencia es que es así todo el año. Imaginate que mi primer entrenamiento me costó muchísimo, me faltaba el aire y eso que estamos al nivel del mar. Era un calor agobiante. De a poco ya me estoy acostumbrando.
¿Cómo es el club? ¿Y la gente? ¿La ciudad?
El club está en la Tercera División del fútbol colombiano y tiene una cancha sintética. Es algo nuevo para mí jugar sobre esa superficie, se juega con tapones bajos, muy loco. Y la ciudad tiene 90 mil habitantes. La gente es muy amable y se sorprenden mucho cuando se enteran que soy argentino. Es que acá quieren mucho a los argentinos. Ya me hablaron de Maradona, de Messi. Yo siento que todo eso me favorece a la hora de jugar, porque sé que me están observando.
Ya jugaste el primer amistoso… ¿cómo te fue?
Fue ayer (por el domingo) contra la Selección de Zaragoza, un pueblo de la zona. Y gracias a Dios me fue muy bien. Pude hacer un gol de penal y una asistencia para el segundo, ganamos 2-1. El técnico, Geovanni Carreño, que a la vez es el presidente del club, estaba muy contento.
¿Con qué te encontraste en la cancha?
Lo primero que noté es que el fútbol acá es muy técnico. Y son muy fuertes en la defensa. Es un fútbol muy físico. Y a mí me sirvió mucho lo de Guaraní porque ya vengo con otra cabeza e intento hacer la diferencia por ahí, en el sentido de que acá el juego es muy directo, no hay una pausa, es todo para adelante. Y yo, que estoy jugando de delantero, trato de darle esa pausa al equipo.
¿Cuándo arranca el torneo?
La Primera C arranca el finde venidero. El último viernes se sortearon los grupos y nos tocó compartir zona con Atlético Nacional de Medellín, uno de los grandes de Colombia. Vendría a ser como el equipo de Reserva, que juega este torneo pese a que está en Primera para darle roce a los jugadores juveniles. Yo y todos acá nos pusimos muy contentos, porque todos queremos jugar contra un grande. Además, es una buena vidriera.
¿Cuál es el objetivo del club? ¿Y el tuyo?
El objetivo del club es el ascenso. Y el mío personal es llegar lo más lejos posible en el fútbol profesional para ayudar a mi familia y a mi hijo, Giovann, que tiene 5 años y está en Posadas. Sueño con llegar lejos y hacerme un camino acá o en Centroamérica. Agradezco mucho a Dios por esta oportunidad y dejo todo en sus manos.
Una experiencia desde lo cultural
Enzo se acomoda lentamente a la vida en el norte colombiano. Y lo hace pese a que se olvidó del mate. “Yo soy muy matero, pero al final no me traje nada. Me dijeron que se consigue en Medellín, así que estamos a la espera”, sonrió el jugador misionero.
En cuanto a la alimentación, Zárate aseguró que “acá se come mucho pero mucho arroz, a la mañana, al mediodía y a la noche. Eso me sorprendió. Y después también que te sirven en el almuerzo, por ejemplo, arroz, carne, y banana frita. Una locura. Cuando lo probé por primera vez fue raro, pero no me hizo mal ni nada. Y terminó siendo rico. Ahora ya me estoy acostumbrando”, sintetizó.
Además, Enzo contó que “en la calle y por el calor, hay muchos puestos de venta de jugos. Te ofrecen limonadas y también jugo de sandía, que acá le dicen ‘Patilla’”, contó.
Finalmente, en cuanto al intercambio entre ambas culturas, Enzo relató que a los argentinos “acá los llaman ‘Che, Boludo’”, en relación a un vocablo que ya trascendió las fronteras. “Están todo el día con el ‘Che, Boludo’, con muy buena onda, es muy gracioso. Y me tratan re bien. La verdad es que acá quieren mucho a los argentinos. Y eso me permitió ‘hallarme’ enseguida, prácticamente desde el primer día”, cerró el explayer de La Franja.